Capitulo 8

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En el capítulo anterior:
Vimos el punto de vista de Harry al llegar al Callejón Diagon e ir al Ministerio
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Delphini sabía que estaba jodida. Pura y absolutamente. Ronald Weasley le sonrió con saña, sacó un dispositivo y habló a través de él. De inmediato, las campanas de alarma sonaron arriba. Escuchó con horror cómo el intercomunicador anunciaba un juicio, para  ella.

—Bien — Weasley sonrió desagradablemente y tiró de ella. —Te buscan en la corte. Mejor no llegar tarde — Le apuntó una patada en la espinilla, pero falló, afortunadamente.

Ahora arrastraban a Delphini, que se tambaleaba para ponerse de pie y le ataban los brazos al igual que las piernas. Ella parpadeó para contener las lágrimas, incapaz de decir nada a través de la mordaza en su rostro

¿Cómo había ido todo tan mal? Ella no debería haber venido. Pero, ¿qué más podría haber hecho? Su última oportunidad de volver a ver a su padre, de tener una vida bastante satisfactoria, se había esfumado en un día. Ella lo necesitaba.

Su único alivio en esta situación fue que Weasley no se había dado cuenta de Artemis. Incluso ahora, mientras la arrastraban a su perdición, existía una posibilidad. En el momento adecuado, podría atacar. Y al menos, mantuvo todo el tiempo polvo y materiales. Entonces, si lograban escapar, aún podría llevar a cabo su plan. Todo podría funcionar todavía.

Se aferró a ese pensamiento desesperadamente, mientras sus ojos recorrían el pasillo. Weasley parecía haber olvidado que era capaz de hacer magia y, como resultado, se movían lentamente por el pasillo. Delphini debe pesar demasiado para él, pensó con ironía, sonriendo un poco detrás de la mordaza.

Ella estaba encontrando humor en la situación, así que todo debía estar bastante bien. Al menos todavía no había perdido la cabeza.Aún así, ahora estaban cerca de la corte. Su cabello cayó sobre sus ojos y suspiró aliviada. Su glamour todavía estaba funcionando. Todo saldría bien. Ella estaría bien.

Doblaron una esquina diferente, y pudo escuchar a la multitud de personas charlando y susurrando, viniendo de un lugar cercano.  Delphini tragó mientras se acercaban a una puerta. Un auror diferente estaba parado allí. No miró a la persona y mantuvo la cabeza gacha. Necesitaba pensar. Tenía que haber alguna forma de salir de esta horrible situación.

¿Cuál sería la historia de portada de Delphini? No era menor de edad y podrían usar el suero de la verdad con ella. Sabía cómo funcionaba la corte. Lo había leído decenas de veces.
<<Piensa. ¡Piensa! ¿Qué habría hecho su padre?>>

<<No se habría metido en esta situación en primer lugar>> Pensó con amargura, enojada consigo misma. Un momento después, volvió sobre ese pensamiento. Tenía que ser amable consigo misma, ya que nadie más lo sería. Ella no podría haber sabido que terminaría así.

Delphini fue empujada del agarre de Weasley y entregada al otro Auror. Habían estado diciendo algo, pero ella se había apartado de ellos. Probablemente no sea la decisión más sabia.

—¡Llévala, entonces!— Espetó Weasley —Si eres tan inteligente— Se deslizó por la esquina.
A juzgar por el suspiro del Auror, era un hombre, pero aun así evitaba mirarlo. Necesitaba pensar. Sin embargo, su mente se quedó en blanco.

—Oye —Dijo el Auror —¿Estás bien?— Había algo familiar en su voz y Delphini se tragó las lágrimas. ¿Cuántas veces había deseado que alguien le hubiera preguntado eso? Especialmente su padre

—Sí—Dijo con voz ronca en respuesta, cuando notó que su mordaza había desaparecido —Estoy bien—

—Si tú lo dices —Dijo el Auror dudoso — Ahora ven. Te necesitan — Delphini pudo caminar hacia adelante por su propia voluntad, ya que sus piernas estaban sueltas. Entraron en la sala del tribunal y ella se encogió un poco. Cientos de ojos estaban sobre ella y no se atrevía a mirar a nadie demasiado de cerca. La empujaron a la silla y le sujetaron las muñecas con grilletes. Se estremeció ante el mordisco del metal frío.

Vidrio de Mariposa | TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora