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DOROTHY & TRAVOLTA, capítulo catorce — ko!⠀⠀
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Once ya tenía un tiempo de haber dejado sola a Newby. Esta con miedo a dormir —porque en los únicos cinco minutos que pudo hacer, tuvo una pesadilla en la que se repetía una y otra vez la muerte de Bob—, se dedicó a jugar con sus dedos para pensar en otra cosa. Estaban heridos por haberse mordido el cuero de la ansiedad, anteriormente cuando intentaban entrar al laboratorio de Hawkins.
Sólo escuchó como conversaban, para posteriormente ver por la ventana como se iba la mayoría en la camioneta del oficial y el auto de Jonathan. Según lo que le contó la menor, antes de irse, para liberar a Will del Desuellamentes y cerrar el portal. Claire seguía reacia a querer salir.
Más escándalo. La castaña supuso que quedó de nuevo el grupo inicial, más Mike. Luego de un rato, el sonido de la puerta siendo tocada la desconcentró.
—Largo —pidió con la voz ronca por haber llorado tanto.
La persona al otro lado, aun así abrió.
—Hola, hola —saludó cauteloso Steve. Tomó asiento junto a su mejor amiga en la cama—. Sólo quería saber cómo... estabas.
—¿Cómo estaría una persona a la que se le murió su papá? —susurró, sin querer mirarlo. Harrington suspiró—. Exacto.
—Bob es- era, increíble —intentó ser delicado. La abrazó, colocando su mentón sobre la cabeza de la decaída Claire.
—Háblame de otra cosa, estoy cansada de llorar —solicitó débil.
—Está bien —sonrió—. ¿Quieres oír algo gracioso? Las pequeñas mierdas estaban diciendo para ir a donde antes habían encontrado a Hopper medio muerto e incendiarlo para distraer al Desuellamentes.
—No sé qué decir. Haz tu trabajo de niñera, supongo —la castaña no sabía de donde había sacado las energías para bromear. Steve le pellizcó el brazo como respuesta.
—Me alegra que estés un poco mejor —comentó el chico, cortando el abrazo.
—Nunca estaré bien, Steve, no es algo que se pueda olvidar —Harrington decayó un poco al oír su respuesta—. Pero haré lo que pueda.
—¡Eso es! —dijo emocionado— ¿Sabes qué? Haré que los mocosos sean tus sirvientes ¿Necesitas algo? ¿Té? ¿Agua? —Claire negó—. No importa, eh, sólo espera.
Tras decir eso, salió de la habitación.
Más tarde, Newby escuchaba como discutían el niñero y los niños, jamás recibió ningún tipo de servicio, pero tampoco esperaba algo. El sonido del motor de un coche llamó su atención. Por un momento pensó que se trataba de la otra parte del grupo, que habían tenido éxito. ¿Tan pronto?
