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TOTALMENTE ESPÍAS⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ capítulo uno — la desaparición de will byers
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Por las noches siempre encontrarás a Claire mal sentada en el sillón de la sala de estar de su casa, viendo Cheers. Ya era una costumbre. No era su serie favorita, pero había algo que la hacía adictiva y le generaba ganas de querer saber qué ocurriría. Además de que ella daría todo por tener el cabello como la Diane, pero sabía que no le luciría.
Le dolían los pies y se miraba cansada por haber estado toda la tarde en casa de los Wheeler. En un inicio estuvo con la mayor de los hermanos en su habitación, ya que Nancy quería contarle todo sobre su último encuentro con Steve Harrington, un chico agraciado, pero de mala compañía, y, por lo tanto: idiota —al menos eso pensaba Claire, pero su amiga hacía caso omiso—. Barb también iba a ir, sin embargo, terminó quedándose en su casa a petición de su mamá, quien necesitaba una mano para limpiar el garaje. Luego de escuchar a la enamorada Nancy, decidió pasar a visitar un rato a Mike y su grupo de amigos. La castaña ya sabía del hábito de los menores de pasar todo el día en el sótano de los Wheeler jugando Calabozos y Dragones.
Su dolor de pies se debía a que los jóvenes la obligaron a hacerles compañía, pero no quisieron buscar una silla para la castaña porque: «Estamos en un momento crítico», respondía siempre Dustin. Sin contar con que las sillas del comedor serían un problema para bajar por las escaleras y las demás que tenían fueron vendidas en una venta de garaje. Sus alternativas eran sentarse en el piso, pero no veía, o arrodillarse, que descartó finalmente por el dolor de rodillas.
Después de todo, se fue en su bicicleta escandalosa y decorada por ella a su casa. Ese cuarteto realmente eran unos malos anfitriones.
Al terminar el episodio, Claire chasqueó la lengua fastidiada de tener que esperar a mañana para el próximo y se levantó para ir a apagar el televisor. Odiaba eso, igual que tener que estar al lado del aparato para cambiar el canal hasta que encontrara algo que le gustara.
Decidió ir a su habitación para terminar de pintar su pared —Claire amaba todo lo que tenía que ver con el arte y tenía sus paredes rebosantes de sus pinturas, posters de Jimi Hendrix, entre otras cosas—, a pesar de ello, el sonido del teléfono la interrumpió
—Hola, estás hablando con Claire Newby —contestó la chica, sentándose en la silla más cercana.
El lado positivo de que Bob trabajara en RadioShack era que este pudo conseguir un teléfono inalámbrico, aunque era un poco pesado.
—Clar, hija, ¿Cómo va todo? —al instante reconoció la voz de su padre, encima de que él era el único que la llamaba así.
—Como siempre, acaba de terminar Cheers —informó—. ¿Falta mucho para que llegues?
