⠀⠀⠀iv. espías

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TOTALMENTE ESPÍAS,  capítulo cuatro — espías

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TOTALMENTE ESPÍAS, 
capítulo cuatro — espías




          Para la chica era realmente raro que después de dejarle un morado en el pómulo y demostrar que no lo soportaba, Steve la buscara. Era un masoquista sin duda alguna. Y por más que quisiera no podía sacar el ceño fruncido de su rostro y relajar los hombros.

          —Depende de qué sea —pensaba negar su propuesta desde un inicio, pero la curiosidad la llevó a querer saber más.

          —Es sobre Nancy —posicionó sus manos en sus caderas. Claire bufó.

          —Bien, ¿Específicamente qué quieres saber? —acomodó su mochila, dando por casi finalizada la conversación.

          —Eh, no, no es una pregunta sobre ella, igual no creo que sepas, pero... —Harrington detuvo su balbuceo, al ver que la confundía más. Carraspeó—. Lo que quiero decir es que ¿Podrías ayudarme con ella?, está actuando raro, hasta me dijo que vio a un tipo sin cara por mi casa. Sólo ayúdame a no perderla, no sé, dame consejos o cosas así.

          —¿Que haga de cupido?

          —Sí, exacto —el castaño sonrió. Por fin se comprendían.

          —Sí. No lo creo —cualquier rastro de sonrisa que se haya formado desapareció. Harrington jadeó exasperado. «Que mujer tan complicada», pensó el muchacho—. Mira, tengo muchas cosas que hacer y pensar: Barb sigue desaparecida, hallan muerto a el hermano de Jonathan, al que, por cierto, ayer le quebraste un objeto muy significativo. ¿Y de verdad crees que me interesa ayudarte con Nancy? Por no decir que ayer me pusiste de los nervios —Newby enumeró, indignada.

          —Okey, primero: tú amigo nos acosó, yo sólo quería proteger a Nance-

          —Por supuesto que estuvo mal, pero eso no justifica lo que le hiciste —lo interrumpió.

          —Basta —Harrington alzó las manos en son de paz—. No discutamos. Íbamos bien.

          —Por favor, déjame de hacer perder el tiempo —rogó hastiada, lista para caminar de nuevo, sin embargo, el castaño no se rendiría—. ¿Si te ayudo me dejas tranquila? —él asintió—. Está bien, no hagas que me arrepienta.

          —¡Gracias! ¡Gracias, Claire! —el castaño sacó de vuelta su sonrisa.

          —No me agradezcas, nos vemos mañana.

          Tras despedirse comenzó a caminar en dirección a su casa. Steve se despidió de ella también con un ademán y se montó en el auto, lo que jamás pensó es que voltearía a verla una vez más pensativo. Quería empezar con buen pie.

偵 spies ━ steve harrington ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora