III

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Ran obligó a su hermano a vigilar cerca al hogar de los Kawata. No era ninguna sorpresa que Ran no supiera como ligar o entablar una conversación con la persona que le gustaba, pero al menos lo intentaba. Rindou estaba cansado, era su fin de semana libre y deseaba ir a jugar videojuegos o quedarse en casa, pero estaba cerca al hogar de los gemelos esperando alguna señal suya. Ran estaba al lado de él mirando cada que podía.

—Ran vamos...llevamos dos horas aquí, ya quiero irme a casa

—dame cinco...diez minutos más, vamos Rin, dijiste que podías ayudarme 

—Dije que no quería venir, además...no creo que el chico ese quiera verte, yo no querría

—vamos Rin, eres una gran distracción

Ambos trataban de resolver su pequeña discusión. Grande fue su sorpresa al notar al menor de los Kawata caminar en la vereda contraria, llevaba uniforme de colegio y caminaba con algo de prisa. Lo curioso es que el peliazul se encontraba solo, se notaba lo nervioso y asustado. Rindou lo miró y Ran siguió su mirar, su vista fue interrumpida cuando un grupo de ocho chicos acorraló a Souya y lo empujaron hacía un estrecho callejón. Era obvio que la situación era horrible para alguien que detestaba pelear.

—Oigan...no...no quiero problemas...

—escuchamos por ahí que pertenecías a una pandilla, que eras de los fuertes

—tenemos suerte ¿o tienes miedo? 

No era la primera, ni la última vez, que los hermanos Kawata eran buscados para ser retados. Esto le ocurría a menudo con los ex-integrantes de la Toman, pero cuando esto les sucedía a los gemelos quien se encargaba de alejar a las personas molestas era Smiley. Nahoya tuvo que quedarse en el colegio castigado a razón de su mal comportamiento, no fue una sorpresa para su hermano menor. Nahoya ordenó a su hermano menor volver a casa, no deseaba molestar a sus padres.

—no quiero pelear... haré como que no los vi—¿

—¡ah! ¡¿Puedes hablar más claro?! No te escuché

El más alto atinó a sujetar la camisa de Souya y elevarlo a cierta altura. Su puño estaba en el aire y apuntaba al rostro de Angry. El golpe fue suspendido, el menor de los Haitani se encargó de sujetarlo. Souya se encontraba asustado y un tanto confundido al ver a los Haitani tras los chicos que amenazaban con golpearlo.

—oye ¿no es un poco cobarde acorralar en grupo? —Rindou miraba al que aún apuntaba a Souya con el puño.

—en grupo es desastroso, pero en pareja es divertido —Ran miraba al grupo con su sonrisa característica. Los ojos violetas se fijaron en Souya, este entendió la señal, él tampoco se quedaría sin hacer nada. Pronto el trio de chicos se enfrentó al grupo. Golpes en el rostro, lesiones y huesos rotos era todo lo que quedó en el lugar. Los tres estaban con un par de rasguños y pequeñas heridas en el rostro, el resto del grupo se encontraba en el suelo.

—Oigan yo que ustedes no vuelvo a merodear por aquí —Ran dio una patada suave en el torso de uno de los retadores, este tenía el pie dislocado y estaba de rodillas frente al mayor de los Haitani.

El grupo apenas se levantó en pie, cada quien huyó despavorido del callejón. Los tres dejaron salir un suspiro de aburrimiento, los hermanos esperaban algo mejor, al contrario, Souya se quedó mirando al par.

—Gracias...yo—

—No pasa nada...nosotros pasábamos por aquí —Rindou miraba a su hermano con los ojos entrecerrados y luego eligió ver a Souya— te vimos y no recordaba que tuvieras a un montón de idiotas tras tuyo

Renacer [Ran x Smiley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora