Caminar suele ser un momento de paz y cuando se realiza en solitario es un proceso para dejarse llevar y no pensar. Siempre fue así para Nahoya, amaba a su hermano, pero a veces necesitaba de la soledad. Usar ese tiempo después de haber huido de Ran y de Rindou le hizo desear estar en el pasado y evitar conocerlos, pero eso no era posible. El camino a casa fue uno de los más caóticos y terribles que había experimentado en su corta vida. Se sentía agobiado y molesto consigo mismo por todo lo que había pasado antes y en el ahora.
Le costaba procesar en todo lo que había conversado con Ran. Detuvo poco a poco su carrera contra el tiempo hasta caminar más tranquilo, respirar empezaba a ser tedioso y prefirió respirar lento. Desde hace unos minutos atrás su pecho no había dejado de doler y le asustaba tener un ataque y llegar al vomito, eso no terminaría para nada bien. Relajarse en un momento tan estresante era todo un reto, peor en una situación que involucraba estar enfermo de hanahaki.
Pasaron unos minutos hasta llegar a su hogar. Estaba deshecho y triste. Al entrar no se escuchó ni un ruido, suponía que no había nadie en su casa. Fue directo a su cuarto y al ver su cama lo primero que hizo fue agarrar la almohada y estrellarla contra su rostro para poder gritar y llorar en paz. Terminó derrumbado sobre su cama pensando en los errores que lo atormentaban. Su primer gran error fue haber perseguido a Muto con la esperanza de recuperar su amistad y su amor, aceptar ser la pareja de Ran en un mal momento, terminar por arruinarlo mintiendo y acabar con la relación que le había devuelto la felicidad.
Existen momentos en la vida de una persona en que por más que los problemas fueren sencillos o gigantes tenían efectos terribles en las personas. La forma de reaccionar de una persona podía ser la prueba para reaccionar frente a problemas. Lamentablemente para Nahoya le tocó enfrentar una serie de problemas que terminaron por lastimarlo al grado de adquirir una enfermedad que lo estaba matando lentamente por dentro. Con esos pensamientos dejó salir las lágrimas. Así fue hasta el momento que el dolor y el cansancio lo indujeron a dormir profundamente.
Souya estaba de regreso y al encontrarse con su hogar tan silencioso se preocupó. Siempre había ruido en su hogar. Cada que llegaba siempre se encontraba a su hermano cocinando y escuchando música, o en ocasiones se lo encontraba jugando o mirando la televisión en la sala. Siempre fue así hasta ese día. Al llegar a la habitación de su hermano le sorprendió al ver su cuarto con las luces apagadas. Al acercarse notó a su hermano completamente dormido, todo aparentaba tranquilidad hasta que en un momento Souya encendió las luces. La cama estaba hecha un desastre y su hermano tenía el rostro cansado, cualquiera hubiera notado las lágrimas resecas en sus mejillas. Todo hubiera estado en tranquilidad hasta que notó algo entre los labios de su hermano. Souya se acercó a su hermano y al notar algo de color lila y rojizo entre sus labios lo tomó con cuidado con sus dedos. Su rostro fue transformándose al descubrir un pétalo pequeño pétalo ensangrentado. Souya lo sostuvo como si se tratase de un pequeño vestigio de muerte, lo colocó a contraluz y analizó ese pequeño pétalo. Su mirada terminó por detenerse en su hermano que aún dormía con un rostro de desconsuelo. Souya sintió un gran dolor en el pecho al descubrir lo que estaba pasando. No era tonto sabía porque las personas escupían flores, su hermano le estaba ocultando cosas, pero no presionaría a su hermano. Pensó en el mal momento que debió pasar su hermano para ocultarle su dolor. Se sintió un poco culpable al estar tan encapsulado en recuperar su relación con Rindou y haberse preguntado sobre los sentimientos de su hermano. Decidió dejarlo dormir un poco más y en su mente ya pensaba en cómo decirle a su hermano que presentía que estaba pasando con él.
El aroma de la comida llegó a despertar a Nahoya. Despertó al atardecer y aún mareado por la sensación de sequedad en la boca fue hacia el baño. El dolor leve hizo que tosiera un poco y expulsara un par de pétalos. Un tanto agitado se encargó de botarlos en el inodoro y los alejó al expulsar el agua. Se mojó el rostro antes de salir del baño. Aún en penumbras encendió las luces y para su sorpresa encontró pétalos de flores de orquídeas regadas en la almohada. Avergonzado y aterrorizado las recogió y se deshizo de ellas.
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Renacer [Ran x Smiley]
FanfictionLas flores más hermosas del mundo eclosionan cuando es su tiempo para nacer. El amor funciona de la misma manera, el amor tarda en crearse y cuando es consolidado este contagia alegría y amor. El amor que Ran sentía por Smiley era como un capullo de...