XII

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Los meses pasaron rápidamente y con ello la salud de Ran mejoró. Su hermano menor se encargaba de ayudarlo a zanjar los vacíos mentales. Obvio su historia con los Kawata, al final de cuentas Ran se lo había pedido antes de la operación. Rindou poco a poco volvió a la normalidad junto a su hermano.

Sus paseos en motocicleta por Roppongi regresaron gradualmente. Ran poco a poco se adecuó a su vida. Rindou cuidaba a su hermano cada que podía, padecer de amnesia tenía sus pros y contras. Uno de aquellos contras era no controlar al destino.

La vida de los gemelos era la misma. Ambos hermanos trataron de llenar la ausencia de sus ex-parejas. Souya era el hermano que más trataba en regresar a la normalidad. Nahoya apenas y podía seguirle el paso. Ambos trataban de manejar la situación con tranquilidad. El cumpleaños de los gemelos se acercaba y Souya deseaba sacar a Nahoya de paseo para comprarle algo que quisiera. Pronto festejarían con una salida a una discoteca, todo acompañados por sus amigos. Souya obligó a Nahoya a ir de compras con él. Nahoya aceptó a regañadientes.

Las visitas a las tiendas solían ser esporádicas, pero a Nahoya nada le gustaba. Ir de tienda en tienda los agotó. Nahoya vio en uno de los aparadores de una gran vidriera una chaqueta color lila. Se quedó hipnotizado por un momento. Souya notó el interés de su hermano.

—¿te gusta, Naho?

—es lindo...

—¡en serio! ¡Vamos a comprarlo!

—pero Sou—

—nada de peros, ven vamos.

Ambos gemelos se adentraron en la tienda. Mientras Souya y Nahoya preguntaban en caja sobre la chaqueta, en el área de las camisetas estaban los Haitani. Ran estaba animando a su hermano a probarse una serie de camisetas, pero Rindou estaba reacio a siquiera probárselas. Rindou estaba inquieto. En el tiempo que había pasado los hermanos salían a fiestas a menudo.

Ran siempre terminaba en compañía de alguien, Rindou al contrario estaba completamente desinteresado por conocer a alguien más. No quería y no podía decir que no superaba la perdida de Souya. Ran al verlo tan ajeno en las fiestas lo obligó a ir de compras con él. Quería que su hermano estuviera un poco más animado.

Los hermanos no lo sabían, pero una muralla de ropa los estaba separando. Las encargadas le indicaron a los gemelos que las tallas y los colores de la chaqueta que deseaban estaban al final del pasillo. Ran le señaló a Rindou que la chaqueta al final del pasillo le parecía bonita, la quería para su hermano menor. Y como si se tratara de una jugarreta del destino los dos pares de hermanos terminaron en el mismo lugar. Souya se adelantó por unos segundos y logró tomar la chaqueta que deseaba para su hermano. Cuando levantó la mirada se encontró con la mirada de Rindou. Ambos estaban estáticos. La situación no fue diferente para Nahoya, estaba totalmente congelado y con la mirada puesta en Ran, el mayor de los Haitani también lo vio, era extraño, no conocía al chico, pero su rostro le parecía algo familiar.

El momento fue roto con un encargado interfiriendo entre los dos pares de hermanos. El hombre mayor no dejaba de preguntar a los Haitani si algo era de su interés. Souya aprovechó la interrupción y se llevó la chaqueta consigo, tomó la mano de su hermano y lo guio hacia las cajas de pago. Los gemelos estaban nerviosos, era el primer encuentro con los Haitani después de haber roto con ellos.

Souya disimuló tranquilidad y pagó por la chaqueta, en tanto Nahoya estaba con el rostro enrojecido y con las manos temblorosas. La encargada entregó la chaqueta y apenas sucedió Souya se llevó a su hermano. Caminaron rápidamente hasta alejarse de ahí.

Ran estaba confundido no había visto nunca a esos chicos, pero algo le decía que sí. Se sorprendió al notar a su hermano, estaba totalmente estático mirando hacia donde se habían ido el par de chicos. Era la primera vez que Ran veía a su hermano embobado con solo mirar a una persona, eso lo descolocó totalmente.

Renacer [Ran x Smiley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora