Las soluciones a los problemas suelen ser sencillos, pero a las personas les gusta poner trabas. A veces una posibilidad no suele arreglar el problema, pero intentar solucionarlos es un gran paso que no todos están supuestos a dar. Nahoya sentía los nervios de punta, no había hablado con Rindou desde su última discusión. Las banquetas se sentían un poco tibias por la temporada floral que atravesaba Japón.
Nahoya se encontraba sentado en las banquetas de la plaza de Roppongi, el ambiente le parecía lindo, había un par de árboles y esculturas alrededor. Un gran edificio, la torre Mori, estaba detrás de él; pero lo que llamaba su atención era la gran escultura de una araña gigante de metal. Le parecía hermosa y aterradora. Nahoya quería distraerse en otra cosa y no pudo evitar mirar su collar. A pesar de que había terminado con Ran aún mantenía su collar donde siempre, le gustaba dejarse llevar por la nostalgia.
Nahoya quiso enfocarse y revisó su celular, ya marcaba las siete y quince de la mañana, y estaba solo. Miró a ambos lados y nadie apareció. Nahoya dejó escapar un suspiro de cansancio, odiaba la impuntualidad y Rindou no aparecía. El pelinaranaja decidió marcharse, se decía a si mismo que no tenía caso interferir en los asuntos de su hermano. Nahoya se levantó de la banca y dio un par de pasos, pero un brazo lo detuvo. Rindou estaba con un rostro enrojecido por correr. Nahoya se soltó de su agarre
—llegas tarde—
—yo...lo siento...
—da igual...seré breve y claro con lo que debo decirte ¿está bien?
—bien...te escucho ¿qué es lo que quieres?
Rindou se encontraba nervioso y curioso con lo que el pelinaranja quería decirle. Ambos se sentaron en una de las banquetas, ambos estaban sentados en costados extremos. Ambos se sentían extraños de siquiera hablar.
A metros de ellos se encontraba Ran. Se encontraba entre los pasillos de las torres Mori, y estaba frustrado. Se había levantado apenas Rindou se decidió por salir de su hogar, se notaba nervioso y no se decidía si salir o no de su cuarto. En un impulso de desesperación salió corriendo de su casa. Ran apenas le había dado alcance. Ran estaba a la expectativa. Vio como su hermano y el chico de cabellos naranjas estaban sentados. Ran se dedicó a ver la espalda del chico, después de todo no podía ver u oír más.
Nahoya estaba indeciso, pero por fin habló con Rindou Haitani.
—Yo...quiero que retomes tu relación con mi hermano y antes de que digas algo estúpido solo...solo escúchame
Rindou estaba con un rostro confundido, pero se limitó a asentir y observar el piso
—viniste, así que supongo que mi hermano te sigue importando. Sin importar que es lo que diga Souya...se qué arruiné lo que tenían. Sé que no me crees y tal vez sigas sin creerme, pero sigo queriendo a Ran...de hecho...no, olvídalo. Lo que quiero decir es que mi actitud no fue buena y mi hermano solo me defendió. No he dejado de lamentarme por mis errores...porque se que me equivoqué y estoy seguro de que Ran jamás querrá volver conmigo...así que desde ahora te lo diré claramente...no busco que Ran vuelva conmigo...estoy seguro de eso...porque estoy seguro de que él ya no siente nada por mí...lo noté ese día en que nos vimos de nuevo...
Nahoya casi susurró esas palabras. Rindou se giró a mirar el perfil de Nahoya, se veía triste y cansado.
—pero sé que Souya te sigue queriendo y creo que tú también lo quieres, así que...quiero solucionar esto. Mañana es nuestro cumpleaños, iremos con los nuestros amigos a un bar cercano a Roppongi...y... quiero que vayas como mi invitado...quiero que le digas a Souya que te disculpaste conmigo y que aún lo quieres, se que suena a una orden, pero si no lo haces, él no querrá ni verte, así que puedes pensarlo o no pero—

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Renacer [Ran x Smiley]
أدب الهواةLas flores más hermosas del mundo eclosionan cuando es su tiempo para nacer. El amor funciona de la misma manera, el amor tarda en crearse y cuando es consolidado este contagia alegría y amor. El amor que Ran sentía por Smiley era como un capullo de...