XIX

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El puente Tsutenkyo no había cambiado desde la última vez que había pisado ese sitio. Mantenía su hermosura y belleza a pesar del tiempo, por alguna razón no dejó de pensar la noche pasada en el sitio en que se encontraba. ¿cómo un lugar tan hermoso podía ser un sitio cargado de tristes recuerdos? Porque así era, un sitio que solo rememoraba el día de su perdida más dolorosa.

La noche pasada Nahoya tocó fondo. En el momento que se vio triste, desganado y vomitando flores se dio cuenta de que lo fatídico que podía ser el amor. Sabía y era consciente de lo que le había causado a Ran y experimentar ese dolor solo le pesaba, la culpa no dejaba de susurrarle que le había causado mucho daño a la persona que amaba. Suponía que el karma solo estaba haciendo su trabajo, era absurdo, ni siquiera creía en ese tipo de cosas, pero en momentos críticos se creía en todo para buscar algo de luz en el túnel de la desesperanza.

Verse en el reflejo del agua no dejaba de recordarse a si mismo dañado y triste. Tenía las mejores intenciones con Ran, deseaba ser su amigo y avanzar pero ese sentimiento solo le había causado enamorarse más y más de él. Verse afectado y al borde de desespero más una enfermedad que amenazaba su corazón le sentaba mal. Contra todo el amor que le tenía a Ran la noche pasada había decidido terminar cualquier tipo de relación con Ran.

Llorar bajo sus cobijas le hizo pensar en las consecuencias de tratar de fingir que todo estaba bien. Le lastimaba sentir celos y le lastimaba fingir que no amaba a Ran. La decisión estaba tomada, debía alejar a Ran y quizá darse unas vacaciones de todo este tormento. Ya había pensado en decirle a sus padres la posibilidad de irse con sus abuelos a las afueras de la ciudad, planeó como deshacerse de su enfermedad sin que nadie lo supiera, pero recordó que le debía la verdad a su hermano menor.

Nahoya empezó a jugar con el anillo de su collar, estaba sumido en sus pensamientos y el impacto que causaría en todos los que amaba. De repente fue sacado de sus propios pensamientos al sentir el aliento caliente de Ran susurrarle al oído

—¿en qué tanto piensas? que no me miras y me saludas

—¡Ran! mierda...no hagas eso de nuevo

Ran se veía diferente. Llevaba un saco oscuro, llevaba dentro un traje negro y llevaba un ramo de flores en mano. Su sonrisa picara salió a flote. En cambio, Nahoya llevaba ropa habitual más un cubrebocas por precaución, no quería que un descuido mostrara su condición, su enfermedad avanzaba a niveles sigilosos

—Oye, cálmate. Solo te veo y digo creo que mi lindo amigo está en las nubes

—Sí como digas, ayer me llamaste para qué y esas flores ¿para qué son?

Ran solo se puso en frente de Nahoya y se apoyó en el barandal aún con el ramo de flores

—Solo te quería contar cómo me fue con Mitsuya, de hecho, descubrí algo muy importante

—si tú lo dices

—¿tienes curiosidad?

—algo, pero también tengo algo que decirte

—¿en serio?

—sí...he estado pensado en algo...y creo que si debo contarte

—vaya, creo que hoy estamos muy sincronizados

Nahoya llevó sus manos a los bolsillos, no sabía que hacer o preguntar. Ran solo enseñó una sonrisa confiada y sostuvo el ramo con una mano en lo que la otra se encargaba de arreglar los pétalos de las rosas blancas

—ayer hablé con Mitsuya, y fue increíble

—lo sé, sonabas bastante emocionado...

—me dijo algo interesante ¿quieres saber?

Renacer [Ran x Smiley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora