Aquella mañana tan silenciosa transmitía tanta paz que se podía escuchar a los pajarillos y el viento de la mañana. El rocío anunciaba un nuevo comienzo y eso se sentía increíble para Nahoya. El día anterior se sintió como un revoltijo de emociones entre malas y buenas. Ahora solo sentía que todo podía mejorar. Aquella mañana amaneció con Souya a su lado, ver a su hermanito estirado y durmiendo con gran parte de la sábana le hizo reír. Apenas eran las seis de la mañana y se sentía más que bien, quería iniciar ya con su día.
Nahoya decidió mirar un rato el techo, se distrajo un momento y empezó a jugar con su imaginación. Empezó a imaginarse a si mismo en otros escenarios. Por un momento se imaginó lejos de su hogar caminando en verdes praderas comiendo y caminando solo cerca a un gran lago. Su letargo desapareció en el momento en que escuchó una ave aletear cerca de los árboles. Sintió una leve punzada en el pecho al querer levantarse, ese fue un recordatorio de que no estaba tan bien. El animo se fue desvaneciendo poco a poco, pero aún así Nahoya intentó poner una buena cara, debía ir al hospital pronto.
Debía ponerse bien y una buena forma de iniciar era tomando un baño y preparando el desayuno. Se sentía mejor y no quería que su energía decayera. Sonreír es un acto tan natural que le gustaba hacerlo, se estaba esforzando por regresar a su yo antiguo, pero era muy difícil. Poco a poco la mañana transcurrió entre canciones y el que hacer de la cocina.
Souya se levantó algo agitado al notar que su hermano no estaba a su lado y al encontrarlo de lo más tranquilo recobró la tranquilidad. Se veía mejor y más saludable
-Hasta que despiertas
-Naho son las... siete de la mañana...y yo debía de hacer la comida
-Está bien, me levanté mejor que nunca y me encargué de todo. Prepara la mesa, vamos a desayunar
Souya no tenía ganas de arruinar su desayuno así que le hablaría de la "visita" sorpresa después. Ambos se encontraban bromeando y comiendo tan bien que se sentía a felicidad pura. Souya estaba muy feliz al ver a su hermano más animado, no había tenido imprevistos respecto a su enfermedad. Todo aparentaba estar bien, pero debía ser sincero y eso requería talvez arruinar el momento. Nahoya ya estaba recogiendo la vajilla para limpiarla y Souya se interpuso
-Me toca lavar
-Ya te dije que estoy bien, limpiar no me hará daño
-Sí lo sé...pero lo haré yo
-Bueno, me lavaré los dientes e iremos al hospital-
-Hermano respecto a eso...iremos más tarde
-No, ya no quiero esperar
Nahoya no dejó que su hermano le contestara y se fue directo al baño. Souya no era capaz de mentir o confrontar a su hermano. Esto cada vez empeoraba aún más. Souya limpió rápidamente y pensó en cómo decirle sobre la visita. Souya ya se encontraba sentado en el sofá de la entrada con las manos hechas puños sin saber que hacer.
-Sou, estoy listo. Tengo las llaves de la moto-
-Naho no podemos ir aún
-¿Qué sucede?
-Sé que talvez me odies, pero no me importa
-¿De qué diablos hablas, Sou?
Ambos fueron interrumpidos por el sonido del timbre de la puerta de su hogar. Nahoya quería abrir la puerta, pero su hermano se adelantó a esa acción. Souya negó dirigiendo su mirada hacia su cuarto
-Espera arriba y te explicaré, te prometo que hay una buena razón
Nahoya solo asintió dudoso. Preocupado empezó a subir las gradas, la curiosidad le carcomía y se quedó en el pasillo esperando escuchar que le ocurría a su hermano, se quedó esperando escuchar que era aquello que perturbaba a su hermano. Todo estaba bien hasta el momento que escuchó el sonido de varios zapatos chocando con el piso. De repente todo se volvió doloroso y triste al escuchar la voz de Ran. Sus manos fueron a parar a la boca en el momento que escuchó a quien menos quería escuchar en ese momento.
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Renacer [Ran x Smiley]
FanficLas flores más hermosas del mundo eclosionan cuando es su tiempo para nacer. El amor funciona de la misma manera, el amor tarda en crearse y cuando es consolidado este contagia alegría y amor. El amor que Ran sentía por Smiley era como un capullo de...