La Diva De La Escuela

{-Capitulo 17-}

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>Ámbar caminaba tranquila hacia la barra para preguntarle al castaño sobre su propuesta de formar parte de la competencia en su equipo, la rubia tenia una cola de caballo algo poco habitual en ella puesto que siempre estaba de cabello suelto y Simón al verla con distinto estilo en el cabello lo sorprendido un poco, una sonrisa distinta le apareció en el rostro como si se alegrara verla con un distinto peinado.
Su sonrisa lo delató, era evidente que le había gustado verla así o tal vez le había caído de maravilla la presencia de Ámbar, posiblemente serían los dos.

Dejo sus pensamientos raros de lado y la saludo con una sonrisa amigable.

S»- Que onda, Ámbar - la rubia estaba a punto de responder el saludo de Simón pero este mismo la interrumpió - Bonito peinado.

La rubia sonrió burlona y un sonrojo apareció en las mejillas de Simón, acaba de sonrojarse por algo que el mismo dijo, la rubia ignoró cualquier idea alocada y se reprochó mentalmente ante ese rápido pensamiento.

Á»- Gracias aunque no es raro que sea un "peinado bonito", cualquier cosa es bonita si esta puesta en mi - musitó con aires egocéntricos causando una pequeña carcajada por parte del castaño.

S»- Hay pero que fresa salio la "súper chulita" - la rubia le dio una mirada fulminante que fue interrumpida por una risa rebelde que salio de su garganta - Pero bueno, que te puedo decir?

La rubia achino los ojos un tanto confundida por la actitud del castaño, de un día a la mañana estaba siendo muy... halagador? Tal vez no terminaba de convencer ese adjetivo a la actitud de Simón.

Á»- Nada porque ahora necesito ti respuesta - Simón un tanto confundido subió sus cejas aun sin saber de que
hablaba - Vas a inscribirte si o no?

S»- Ámbar, Ámbar, Ámbar - murmuró soltando un suspiró, la mencionada se mantuvo callada para recibir su respuesta - Si, si me voy a inscribir.

Soltó sin más, la ojiazul no pudo evitar soltar un pequeño grito de emoción y felicidad que al instante fue retenido al recibir todas las miradas cuestionantes de los clientes, Simón sin miedo a ser regañado por su amiga comenzó a carcajearse burlón ante lo ocurrido.

Á»- Tan poco exageres - exclamo ya levemente fastidiada - ¿Estas libre para que te muestre los pasos?

S»- No tanto, solo estamos Nico y yo y esta un poquito difícil dejar desocupada la barra - explicó mirando fijamente los ojos zafiro - Y... Oye tus ojos se pusieron más azules? - preguntó un tanto curioso.

Ámbar confundida fruncio el ceño.

Á»- ¿Qué? - Simón sin saber con que excusarse decidió ignorar la pregunta de la rubia.

S»- Te aviso cuando este desocupado va? - Ámbar asintió y se despidió con una sonrisa.

(. . .)

M»- ¿Cómo se te ocurre meter al guitarrista? - preguntó el recién llegado.

Matteo semanas antes había pedido ser parte del equipo para distraerse un poco.
Ámbar giro los ojos, tan irritante llegaba a ser Matteo que incluso muchas veces cuestionaba el porque había aceptado ser su novia años atrás.

Á»- No se, así de la nada - contesto burlesca ante la pregunta - Obviamente porque pátina muy bien.

M»- ¿Osea que de la nada te parece bien como patina? Hace tres meses me habías dicho que patinaba como un reverendo...