{-Capitulo 36-}

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>Ambos iban en el auto con Tino de chofer, ya había terminado finalmente el Open Music y el turno de trabajo de Simón por lo que tenia lo que restaba de la noche libre.
Ámbar había dejado claro quien era la reina de la pista y el escenario, obviamente no pudieron evitar hacer un pequeño truco, ante la inocencia de Jim y Yam les pidieron pasar primero para así no levantar sospechas a lo que ellas aceptaron sin imaginarse el porque de el cambio, ya cuando estaban a media canción se dieron cuenta que su coreografía se parecía demasiado a la de el equipo de Ámbar. Al final decidieron ignorar las quejas de ambas chicas y siguieron con su día, no tenía porque enterarse Simón por lo que les había advertido a Jim y Yam sobre eso pues si se les llegaba a escapar algo su único propósito sería humillarlas en la pista e interferir en cualquier situación que pudiera para poder destacarse.

S»- ¿Qué vamos a hacer, rubia? - preguntó dándole una sonrisa ilusionada ante el plan que les había preparado.

Á»- Probarme maquillaje - explicó rápido para después volver su atención a la ventana.

Simón levemente decepcionado por lo que haría decidió también ver por la ventana, una espinita de decepción no lo dejaba en paz. Estaba seguro que no sería muy interesante ver a la ojiazul aplicarse mascara de pestañas o ver como se ponía rubor.

S»- Y, ¿yo que voy a hacer? - Ámbar volteo a verlo, sus ojos azules se dirigieron hacía Tino el cual estaba al tanto de la conversación.

Á»- ¿Cuanto falta para que estemos en la mansión? - preguntó ignorando la duda de su amigovio.

T»- Como dos o tres - respondió sin especificar mientras buscaba una buena estación de musica en la radio.

Á»- Dos o tres que? Metros, calles? - preguntó tratando de mantenerse amable.

T»- Si como tres - respondió aun sin ser específico.

Por el espejo retrovisor pudo ver los ojos molestos de Ámbar a lo que Tino respondió con un murmuró dejando claro que faltaban tres minutos.

Á»- Tu formaras parte de las pruebas - respondió después de casi dos minutos ignorando la pregunta de Simón.

S»- ¡¿Me maquillaras?! - preguntó causando que Tino se riera desde el volante.

Á»- Oh, que buena idea - exclamó con una sonrisa en sus labios - Prefiero explicártelo cuando estemos sólos, no necesito que haya terceros.

Después de unos minutos la rubia apresuró a Simón para que saliera del auto para después tomarle la mano y entrar a toda velocidad a la mansión hasta llegar a la segunda planta ignorando a un Simón jadeante.

Á»- Lo siento pero si Sharon se llega a enterar de porque me ayudaras a probarme el maquillaje me va a matar - explicó abriendo su habitación - Son maquillajes exclusivos y por eso son tan valiosos, así que si te llega a ver explica que estas aquí porque vimos una película.

Simón asintió un tanto confundido por la confidencialidad del asunto, ya cuando la rubia cerro la puerta pudo ver dos cajas a punto de romperse de tanto maquillaje que estaba adentro de las cajas, eran casi del tamaño de un horno.
La ojiazul corrió emocionada a su cama hasta poder abrir ambas cajas.

Á»- ¿Que te parece si empezamos por los labiales? - preguntó mientras tomaba los distintos labiales de colores rosados y morados que había en ambas cajas.

La Diva De La EscuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora