{-Capitulo 43-}

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>La rubia fruncía el ceño mientras esperaba a que sus intentos de llamar al castaño fueran bien recibidos por parte del celular de Simón, después de unos días la ojiazul decidió escuchar lo que tenia que decirle el castaño y acordaron llamarse a las nueve de la noche pues a esa hora se suponía que la ojiazul ya tenia que prepararse para las actividades que tenia el día siguiente. Era el único momento en el que tenia tiempo verdaderamente libre, sin que nadie la fuera a interrumpir o le reprochará que ya se arreglará.
Llevaba más de media hora intentando llamar a Simón pero para su mala suerte Jazmín le había puesto un nuevo diseño en sus uñas y obviamente le puso unas uñas algo más largas para poder hacer bien el diseño.

En esos momentos la rubia estaba maldiciendo el excelente talento de Jazmín pues si no fueran tan perfectas se las hubiera quitado desde cuando, obviamente eran preciosas por lo que quitárselas hubiera sido tardado y algo malvado de su parte pues la pelirroja había pasado casi dos horas perfeccionándolas.

Después de muchos intentos le mando mensaje al castaño exigiéndole que el la llamara primero pues ya se estaba estresando al ver que sus intentos eran tontos.

Por su parte Simón se encontraban afuera de la casa de su familia, estaba haciendo tiempo jugando con sus primos pues después aprovecharía a hablar con la rubia afuera sin que nadie descubriera quien era con quien hablaba.

El castaño sonrió burlón imaginándose a Ámbar con una mueca en los labios, posiblemente mordiéndose los labios o tensando su mandíbula para no explotar y repartir groserías a toda la evolución de la aplicación que la hacia enojar.

Simón se sentó en el piso y oprimió el icono de llamada, aun llamando a la rubia no dejaba a sus primitos de lado, aun seguía con la pistola de juguete en sus manos esperando a que la rubia le correspondiera la llamada y a no ser apaleado por sus ocho primitos.

Sonrió ilusionado y le cancelo la llamada para después oprimir el icono que se refería a videollamada.

Ámbar estuvo a punto de mandarle un mensaje preguntándole porque había tomado la tonta idea de cancelar la llamada, cuando vio la notificación de videollamada suspiro y accedió a corresponder la llamada.

De pronto apareció la imagen de Simón sonriendole burlón con las cejas arriba, de pronto se dio cuenta que aun seguía con el ceño fruncido dejando el rastro de su frustración.

Á»- Hola - saludo simplemente, el castaño soltó una leve risita.

S»- Que tal, Ámbar.

Ámbar se mordió el interior de su mejilla, no debía de sonreír pues la última llamada que habían tenido le recalco que estaba aun molesta.

Á»- ¿Cómo esta tu familia? Tu abuelita te pego en mi lugar?

Simón soltó una carcajada.

S»- Me dio como cuatro chanclazos, me regaño porque termine mariachi y porque te hice enojar más, y no mencione que también me regaño porque estaba a punto de vomitar en su colcha favorita.

La Diva De La EscuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora