Capítulo XI
La delgada línea entre la vida y la muerte.
20 horas después del secuestro de Mia.
NARRADOR OMNISCIENTE
El tiempo pasaba muy rápido para unos, con la adrenalina corriendo por sus venas junto el odio y las ganas de venganza, para otros seguir viviendo es un martirio. Muchos creen que los rusos son sádicos, y lo son, no hay que quitarles méritos, pero no debemos de subestimar a una madre dolida, traicionada y furiosa. Puede llegar a ser incluso más peligrosa, porque para una madre los hijos son sagrados.
Los gritos de dolor y desespero inundaban la habitación, pero no se oían al exterior de esta ya que ese es un cuarto insonorizado.
Dos cuartos a la derecha están trabajando los hackers, buscando si alguna cámara ha captado el rostro de Mia o de Peter para así rastrearlos, pero al no saber si quiera el país en donde estaban el trabajo se complicaba cada vez más. Varios chicos hackeando cámaras de seguridad, de tránsito, aeropuertos, de calles y muchos otros lugares más.
Los chicos que se encontraban en el cuarto de tortura estaban conociendo a una parte de Emily que ni siquiera sabían que existía. Esa parte cruel, sin escrúpulos y sádica, viéndola torturar a Amelia sin ningún abismo de culpa o remordimiento, esa misma Emily que sólo ha dejado verse así por sus tres mejores amigas. Ni Lucifer ni Wong se sorprenden al verla así, sus ojos comúnmente claros se oscurecieron al grado de volverse negros. Por el contrario a Adrik y a Dino les costaba ver a Emily así, y no por piedad o remordimiento por la chica, sino porque era fuerte la escena que Emily y la chica protagonizaban, pero nunca imaginaron ver a Emily de tal forma, si bien no era un ángel, tampoco se esperaban algo así.
Emily había puesto un aro de metal alrededor de la cabeza de la chica, el cual se ajusta con tornillos para hacer presión. El dolor de la chica era demasiado fuerte, sus gritos de desespero lo comprobaban, pero eso no detuvo a la modelo. Prosiguió a quitarle tres de las uñas de su mano izquierda con ayuda de Paul, a quien por cierto Amelia nunca le dio buena espina, y Gabriel maravillado con esta nueva versión de Emily le paso un soplete.
Amelia puso una cara de horror al ver como la chica acercaba ese artefacto a su mano, por más que trato de quitarse las cadenas no cedieron dejándole vía libre a Emily. Si una quemadura duele en la última capa de la piel humana, el dolor que habrá sentido Amelia fue muchísimo peor, la piel viva, sin ningún tipo de barrera siendo atacada por el fuego. La habitación rápidamente se lleno de olor a carne quemada provocando que Dino tuviera que salir del lugar asqueado por el terrible olor.
Amelia no pudo resistir más y se desmayó causando la risa de las tres chicas. Están mal, cada una ha sufrido demasiado, por diferentes razones, pero lo que no las mató las hizo más fuertes.
El agua que Gabriel le tiro a Amelia hizo que reaccionará nuevamente. El agua no sólo había sido para despertarla, en paste sí, pero la chica se dio cuenta del porqué del agua cuando vio a Emily acercarse con unas pinzas de corriente. Emily al ver la cara de horror de Amelia se detuvo.
-Si quieres que esto pare dime lo que quiero saber -Emily le dijo a la chica quien se negaba a hablar, estaba amenazada de muerte si hablaba, lo que no sabía era que lo más probable es que de ahí no saliera, o al menos no viva.
Amelia se negó a cooperar lo que hizo que Emily se enfadara más de lo que ya estaba, por lo que le paso corriente a las cadenas que ataban a la chica, esta se retorcía del dolor.
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Siendo Idiotas
Ficção AdolescenteSegunda parte del libro De Nerd a Militar. La vida de Emily ha cambiado radicalmente, ya no es una Stones, ahora es una Hunter, todo con lo que alguna vez soñó se desvaneció al despertarse en esa sala de hospital totalmente desorientada. La historia...