La nueva realidad.

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Capitulo XVII

La nueva realidad.

EMILY HUNTER

—Que Dem se haya alejado de ti no significa que fuera por mi culpa, tal vez ya no le agradabas.

Ambas estábamos tirando sin piedad, y yo aun no soltaba la peor parte. Aún dudaba si hacerlo o no, después de todo, esto estaba quedando grabado y los hermanos Miller-Black lo escucharían posteriormente.

—Puede ser, pero eso no quita que me haya confesado que te quería en su cama —dijo cruelmente creyendo que eso me dolería.

—Wow, eso es un halago teniendo en cuenta que a ti no —la carcajada de Gabriel no tardo en escucharse y también un <buena esa preciosa>.

Mia me indicó que había terminado y disimuladamente le eche una ojeada. Una pelota estaba justo detrás de la chica y si daba un paso resbalaria cayendo sobre los legos espacidos por el piso, la niña es un genio. Sinceramente no quisiera estar en el lugar de ella, los legos enterrados duelen bastante.

—Quince minutos —aviso Gabriel. Ok era hora de actuar. Empecé a acercarme a ella lentamente viéndola directo a los ojos.

—Aunque, lo que a tu te molesta es que tú no has podido tener lo que nosotras si. Me explico, si ella tenía a uno de los gemelos tú querías al otro, si ella tenía a uno de los rusos tú también aunque siempre te tocaba conformarte con el que ella no eligiera, porque siempre se fijaban en ella antes que en ti. Menos el ruso ese no se complico y estuvo con ambas, o ¿me equivoco? —Su cara reflejaba todo lo que estaba sintiendo en esos momentos.

—No... no es verdad eso.

—Mientes —acuse—. Tú, siempre has sido tú la que filtra la información, a quien sea con tal de ser tú el centro de atención.

—Era injusto todo —vivoreo.

—No, lo injusto es que les mientas en la cara, haciéndote pasar por su amiga sin siquiera serlo de verdad.

—Bien. Me haz descubierto. ¡Felicidades! El problema es que ni tú la mocosa saldrán de aquí para decir algo sobre esto porque...

En eso te equivocas -la interrumpí —, hay muchas cosas aún por decir y aclarar —avance un poco y ella empezó a retroceder—. Como por ejemplo los saboteos a las misiones de Lex o los problemas que causas solo para que ella salga mal parada de toda esa mierda.

—¿Qué te puedo decir? De alguna manera siempre sale bien librada de todas —.dice cínicamente—. Necesito idear un nuevo plan —murmura para sí misma.

—Eso no lo creo, yo no te voy a dejar hacerlo —avancé hacia ella un poco más y resbaló con la pelota que Mia le había puesto cayendo de espalda sobre los bloques de lego regados en el piso.

Su expresión era de dolor puro. Alguna vez mi hija había dejado esas cosas regadas y las pise sin querer, duele bastante. Intento levantarse pero le puse un pie en el tórax— no vas a ninguna parte —le dije viéndola fijamente.

La puse boca abajo— la sábana Mia —ella hizo caso y con eso le amarre las manos y piernas en la espalda. Con una le tape la boca para evitar que gritara y alertara a los Miller-Black.

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