Siendo Idiotas

Noche estrellada

Capitulo XXVI

Noche estrellada

Emily

Dos semanas. Dos de las semanas mas agotadoras de mi vida. He estado viajando, trabajando y organizando la reunión de jefes. La fiesta más esperada de todo el año. A esta asisten los jefes de jefes, alguno empresarios y personas de alto mando en el gobierno. No cualquiera recibe invitación y mucho menos tienen acceso al lugar.

Ya hemos hecho llegar las invitaciones a aquellos afortunados y sé que algunos no asistirán al evento e incluso podrían considerar la invitación como algo insultante, pero ¿quién dice que esa no es nuestra intención oculta? En el bajo mundo se empiezan a escuchar rumores acerca del evento del año.

¿Quiénes asistirán? ¿Cuándo será? ¿Dónde? ¿Por qué? Entre otras más era la poca por no decir nula información que circulaba y, por cierto, falsa. A nadie le conviene que se sepa el día y mucho menos el lugar, si bien es casi imposible llegar sin estar invitado siempre hay una pequeña posibilidad de que todo se vaya a la mierda.

Este año la sede es una de las casas que tiene la familia Hunter en las montañas de Suiza. La casa cuenta con una protección increíble más aparte los hombres que hemos puesto de guardias. A este lugar solo se tiene acceso mediante helicóptero o avioneta, asi que cualquier aeronave que trate de llegar sin ser invitada es detectada inmediatamente por los radares y se derriba.

En estos momentos estoy yendo a la casa de modas Hunter por mi vestido y el de Mia, Jack los confeccionó él mismo para nosotras. Lo único que sé es su color, verde esmeralda, pero conociéndolo sé que hizo un maravilloso trabajo.

Mi hija viene dormida en la parte trasera de la camioneta. Ayer por la noche llegó Salvador a Londres y la trajo consigo. Se quedarán el tiempo suficiente para que ambos puedan asistir a la fiesta. Estoy muy feliz por que estén aquí, pero a la vez me embarga una gran preocupación, si bien estamos en nuestro territorio los Morgan no respetan y solo estan buscando una oportunidad para acabar con mi familia y conmigo.

—Princesa —dice mi tío que va de copiloto.

—Dime.

—Yo estoy encantado de estar aquí, compartiendo contigo y nunca estaré más feliz que en momentos como estos, pero hay otras personas que te aman y siguen pensando que estas muerta...

—Sé lo que quieres y prometí ir a hablar con ellos, pero no puedo, no ahora. La situación es demasiado peligrosa para arriesgarse a ir a México —me detengo por el semáforo en rojo—. Por suerte los Morgan no nos han relacionado, pero si llegan a hacerlo no dudaran ni un solo segundo en ir tras ellos, si no se tocaron el corazón por una niña puedo esperar o peor de ellos.

—Yo sé, pero —no le permití seguir.

—Prometí hacerlo y sabes bien que lo que prometo lo cumplo. No puede ser ahorita, pero lo haré, por su seguridad es mejor que por el momento sigan pensando que morí hace un par de años.

—Entiendo, pero mi hermano esta mal y yo solo quiero verle feliz. Lo amo y daría la vida por él de ser necesario como sé que lo harías tú por los tuyos.

—Sin dudarlo.

Estaciono mi camioneta afuera y me bajo. La seguridad aquí es enorme, cualquiera pensaría que es por el diseñador que trabaja aquí, y lo es, pero no por ser diseñador.

Con cuidado despierto a Mia quien gruñe al acto, la cargo y creo que se vuelve a dormir sobre mi hombro. Salvador me ayuda con la puerta y vamos en busca de mi amado hermano. Su asistente nos recibe y nos guía directamente a su oficina. En el trayecto Mia despierta un poco y al no reconocer del todo el lugar se incorpora— ¿Tío Jackie?