Donde es el año 1666, y Tess Miller es transferida con su familia a un nuevo y pequeño pueblo, para quedarse con una de sus primas, por un tiempo no determinado.
Lo que Tess no esperaba era el amor que formaría por un chica pelirroja de su misma eda...
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El carruaje se movía mucho por todos los baches del camino. Casi haciendo que nuestros equipajes salieran volando de donde estaban.
Los lugares por dónde pasábamos eran muy lindos de contemplar, lastima que la voz y opiniones de mis hermanos tenían que arruinarlo todo.
Nunca había escuchado hablar sobre "Shadyside", osea solo sabía que ahí vivía Hannah, pero no sobre ese pueblo en específico.
—¿En qué tanto piensas?—preguntó padre desde el asiento delantero.
Suspire y respondí.
—En nada padre.
Padre giró la mirada y siguió con el camino.
Aproximadamente en unos 20 o 30 minutos más llegamos, y vaya que ese pueblo no era nada parecido a lo que me había imaginado.
Parecia más una aldea que un pueblo, tenía muchas casas rodeándolo.
También había mucha gente haciendo sus actividades diarias, gente la cual se detuvo al vernos llegar.
Estaba tan nerviosa que juraba que algo en mi estómago estaba por salir de mi boca.
—Pero miren nada más—un hombre pelinegro, que parecía ser alguien importante se acercó a nosotros—¡Son nuestros nuevos vecinos!.
Madre y padre se acercaron a él con amabilidad para darle la mano educadamente. Yo solo sonreía y asentía a todo con la cabeza.
Pero como siempre, mi intento de pasar por "desapercibida" fracaso. Otra vez.
—¡Tú debes ser Tessie Miller!.
Quería esconderme detrás de mi hermano, pero fue demasiado tarde.
—¡Mírate eres tan linda!—sonreí algo incómoda por su "cumplido".
Madre me daba señas para agradecerle o sonreír con más "amabilidad" a ese hombre.
—Soy el pastor de este pueblo—se presentó el pelinegro. Bueno, al menos tenía razón al decir "parecía alguien importante"—El esposo de tu tía, por lo tanto también soy tu tío.
Volví a sonreír.
No me juzgen. No sabía que más hacer.
—Es un gusto conocerlo Pastor Miller o mejor dicho "tío"—hablé después la mirada fulminadora que me lanzó madre.
—Tessie Miller, me agrada tu voz, tal vez quieras ser parte de nuestro coro en las misas—su proposición sonaba tentadora. Para mi madre, no para mí.
—Solo "Tess" y con respecto a lo segundo, tendré que pensarlo—respondí y madre abrió los ojos como platos—Digo. No hay nada que pensar. Claro que me encantaría estar dentro de ese coro.
