Sin Tu Amor - Constance Berman y Tú (Fear Street 1666).

24. Demasiado lejos.

Narrador Omnisciente :

Estoy segura de algo, si tienes alguien de tu familia que ames o adores, y esté en peligro, será el peor sentimiento que llegues a experimentar.

 — ¡TESS! — el pequeño Lucas gritaba corriendo con todas sus fuerzas.

Inmediatamente la castaña reconoció el timbre de voz de su hermanito, y por instinto se asomó por una de las ventanas para ver.

— No... — suspiró la muchacha con preocupación.

Tess tomó la manija de la puerta para intentar salir por su pequeño hermano, pero Goode la tomó por el cabello y la tiró el suelo con gran fuerza, casi dejándola inconsciente.

 — ¡Déjala! — Constance estiró una de sus piernas para lograr hacer caer al hombre.

Este se levantó y con la misma fuerza la golpeó.

 — ¡Maldito hijo de perra! — Sarah hizo que este se enoje más.

 — ¡Parece que no están contentas! — el hombre sonrió sarcástico — ¡Lamento no poder hacer nada por ustedes! Aunque...

Las tres jóvenes se quedaron en silencio, Tess seguía atónita en el suelo.

Goode volvió a agarrar a la castaña, cuando este planeaba llevársela, la puerta se abrió de un gran y fuerte golpe.

— ¡SUELTA A MI HERMANA! — Lucas se trepó encima del hombre, y con sus pequeñas manos le daba grandes golpes.

Tess veía todo con gran dificultad, pero sabía que no podía dejar que lastimen a los seres que más quería en el mundo.

De reojo y rápidamente su mirada se fijó en Constance, la culpabilidad que esta sentía al verla en ese estado era muy grande y probablemente la razón por la que decidió levantarse y seguir peleando.

Tess golpeó a Goode, y este tiró a Lucas encima de ella, haciendo que ambos se golpeen.

— ¡LUCAS! — gritaba la castaña — ¿Estás bien? — ella se arrimó a su pequeño hermano.

El pequeño no reaccionaba.

— ¡LUCAS!  — volvió a gritar con más desesperación.

Por su cabeza pasaban miles de cosas, ella solo tenía a su hermano, era su adoración, parte muy grande de su vida y la idea de perderlo le aterraba.

 — LUCAS PORFAVOR NO TE VAYAS  — la chica no dejaba de mover el cuerpo de su pequeño hermanito.

Constance en su desesperación logró soltarse.

No me pregunten "como", ustedes pongan su imaginación a trabajar.

 — DÉJANOS EN PAZ!  — gritó la chica, dejando un golpe en la cabeza para Goode.

El hombre parecía no tener debilidades, puesto que ese golpe fue una total burla para él.

Se levantó y le devolvió el golpe y unos cuantos más a Constance, mientras Sarah y Hannah no paraban de gritar.

En ese momento.

Justo cuando esa pelirroja sintió el aire escapar de sus pulmones para ya no respirar más.

El pecho de Goode fue atravesado, y este estaba en un estado de shoock.

A pesar de tener una estaca en el pecho no caía al suelo.

Al moverse para un costado, dejó ver a su tras a la dulce y valiente Tess.

Ella tenía la cara llena de lágrimas, y ningún sentimiento de culpa por lo que acababa de hacer.

Se acercó al hombre y le dijo :

 — No volverás a poner una mano sobre ninguna de las personas que amo. Jamás.

Al instante el hombre se desplomó en el suelo.

La sangre inundó el piso.

Constance corrió a desatar a Sarah y Hannah.

Pero Tess seguía en el piso junto a Lucas.

Quién no despertaba, por nada del mundo.

 — Tenemos que irnos. Ahora  — dijo Sarah.

 — Ellos deben de estar en camino.

Constance se acercó a su amada y suavemente empezaba a dejar caricias sobre sus brazos.

 — Cariño, tenemos que irnos.

Tess tomó a su hermano entre sus brazos y se levantó de aquel frío suelo.

Las 4 chicas corrieron a la puerta.

Salieron y empezaron a correr.

Se adentraron otra vez en el bosque, encontraron la linterna de Lucas, la tomaron y siguieron con su camino.

Hannah y Sarah tomaron uno de sus mantos, los unieron y envolvieron a Lucas para que se les hiciera más fácil correr y no lastimar al pequeño.

El cual por cierto, estaba sangrando.

Al detenerse escucharon gritos muy cerca de ellas.

Giraron y sin pensarlo, estaban rodeadas.

— ALVARO

Tess reconoció a su hermano mayor.

— No te vas a salir con la tuya madilta zorra. Yo necesito una esposa.

— Puedes tener a la que quieras, solo déjanos ir.

—Desde que naciste fuiste un problema, si desapareces todo volverá a ser como antes.

Tess no dejaba de ver el cuchillo en una de las manos de su entonces hermano.

— Lucas está con nosotras, está herido, necesita ayuda.

— Es mejor si muere contigo, quizás ya le pegaste el pecado.

Alvaro y la gente que venía con él, lograron rodearlas, y las tenían como querían.

— Este es su fin — declaró el hombre riendo.

Abigail, y sus amigos estaban con ella, mirando con culpa, sin poder hacer nada.

— Antes del amanecer, las 4 brujas morirán y el pacto se acabará.

Sarah y Hannah habían escondido al pequeño Lucas detrás de un árbol para que nadie lo viese.

Ellas estaban encadenadas.

Ninguna tenía una salida.

— Debemos llevarlas a la horca.

Así le decían a aquel árbol donde colgaban a las condenadas.

— Terminemos con esto de una vez.

Alvaro abofeteó a Tess unas 5 veces.

Constance gritaba como desquiciada pero no podía hacer nada.

Alvaro arrastraba a Tess del cabello por casi todo el camino a la horca.

De verdad Tess estaba en terribles condiciones pero sus heridas internas eran las que más le ardían.

La familia de Tess, Constance, Hannah y Sarah estaban presentes.

Nadie podía hacer nada.

El único en sentir pena era el padre de Sarah.

Los demás, gritaban matar a las brujas.

Lizzie corría tras ellas, no las dejaba solas en ningún momento, al igual que su fiel amigo y Abigail.

— PONGANLES UNA CUERDA EN EL CUELLO A CADA UNA

¿Vamos a morir?

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