Constance Berman :
Tess y todo lo que dijo me hicieron sentir mal, pero por una parte sentía que decía la verdad y que estábamos cometiendo un abominación.
Después de sentir su rostro casi junto al mío, decidimos caminar de regreso, y sí, nos perdimos.
Por eso Abigail no me deja venir sola al bosque, soy tan despistada que me pierdo fácilmente.
Tess tenía frío, y claro, como no iba a tenerlo, si caminó en medio de los árboles buscando una "salida".
Así que le propuse buscar ramas para hacer una fogata y nos morirnos de frío hasta que alguien nos encuentre.
—¿Esto sirve?—pregunté viendo una roca de gran tamaño.
—Creo que no—respondío Tess molesta.
Sabía lo que le pasaba, su vestido otra vez le estaba incomodando.
—Puedes soltarte el corsé si quieres—le dije—Al fin y al cabo tú lo dijiste, "somos chicas", nada puede pasar entre nosotras—sonreí cabizbaja.
¿Te dolió?, Porque a mí sí, y espero que a ella también.
—¿Sigues con eso?—me reprochó—Creí que habíamos acabado con eso.
—No dije nada—respondí—Si te lo tomaste muy enserio es problema tuyo.
(...)
La fogata ya estaba lista, encontramos muchas ramas, así que fue fácil sentirnos abrigadas.
Ambas perdimos las esperanzas de que alguien nos encontrará, pues ya era muy de noche.
Mi hermana estaría preocupada buscándome por todos lados.
—¿A dónde vas?—le pregunté a Tess, quién se levantó de entre las hojas.
—Necesito hacer pipí—contestó de una forma graciosa, y yo me reí sin poder evitarlo—¡No te rías!.
—Perdón.
Tess entró al bosque, se demoró alrededor de 10 minutos y luego apareció con algo entre sus manos.
—Encontré esto.
—¿Una piedra?. ¿En serio?.
Yo lo acepto, soy muy irritante, pero esa piedra fue la misma que encontré cuando buscábamos material para la fogata y Tess me ignoró.
—¿Para que quieres una piedra? Es la misma que encontré hace un rato.
—A mi hermano le gusta coleccionar piedras de gran tamaño. Nunca lo entenderías.
Tess volvió a sentarse con molestia e incomodidad.
Pasamos mucho rato frente a la fogata, sin que nadie nos encontrará, y sin hablar sobre absolutamente nada.
—Lo lamento—habló Tess haciendo que yo la viera—Estaba molesta, pero no debí tratarte de esa forma.
—No te preocupes—contesté algo sonriente—Cuando estoy molesta también trato mal a mi hermana.
Escuché una risita por parte de Tess, y a mí también me hizo reír.
Ella se levantó y llegó a sentarse junto a mi. Ocasionando mis nervios de punta.
Ya no tenía frío, al contrario, estaba volando en calentura.
—Me gustan tus pecas—me soltó un cumplido—Frente a la fogata te ves hermosa.
Apreté mis dedos con fuerza, tratando de no girar a verla.
Sin verla, podía presentir que Tess se estaba quitando el corsé, y dejó libre su cabello, como el día anterior en el que la había conocido.
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Sin Tu Amor - Constance Berman y Tú (Fear Street 1666).
Genç KurguDonde es el año 1666, y Tess Miller es transferida con su familia a un nuevo y pequeño pueblo, para quedarse con una de sus primas, por un tiempo no determinado. Lo que Tess no esperaba era el amor que formaría por un chica pelirroja de su misma eda...