Marion

Capítulo 24

Drew

—Vaya, por fin. —mi corazón se contrajo al ver la imagen de mi padre de ese modo, a pesar de que nunca fuimos tan cercanos me lastimó verlo así, tan frágil. ¿Fue por mi culpa?

—¿Que mier...? —preguntó Marion dando un paso adelante, yo la detuve.

—Vamos Marion, no eres tan santa como pareces, ¿o si? —ella se tensó ante esas palabras.

—Cállate, no sabes nada.

—Cierra la boca, porque yo podré enseñarte modales, muñeca.

—Y yo podría enseñarte a contar, porque después de la golpiza que te meta, olvidarás hasta tu nombre. —mi voz salió más fría de lo que pretendía, no soportaba que le hablara así a Marion.

—Vámonos... —dijo ella mientras tomaba mi mano, pero no podía dejar así a mi padre, sin importar cuantos errores hubiera cometido...

—¿Tan rápido? —nos detuvo su voz.— Tú la tienes a ella, pero yo tengo tus secretos. Aparte, creo que después de lo que escuches no querrás ni verla.

—¿De que habla, Marion? —le pregunte, Rocko estaba detrás de ella y no me miro siquiera. Eso me intrigó, me ocultaban algo.

Sabía que Marion era inteligente, planeo todo esto mientras Pierce, Sam y Damiano rescataban a Milán de sus garras, Luca fue muy inteligente, hasta que hizo algo bien. Luego, todo se salió de control, en realidad Marion si secuestró a Rude, pero no se como podía ser tan cruel y acertada cuando probablemente Rude estuviera jugando y riendo con Milán y nuestros amigos. Sin embargo, yo tampoco fui un santo, pero en realidad me había enamorado de ella, siempre fue así, hace tanto no sentía esto... que me destrozaría saber que ella jugó conmigo.

—Vamos, Marion. Dile.

—No... no lo escuches. —me dijo y tomo mi mano, yo fruncí el ceño pero no pude caminar.

—Es mi padre el que está ahí.

—Maldita sea, Drew. ÉL te va a engañar. —me dijo a gritos, solamente me giré y le dije:

—¿Que quieres?

—Drew, ÉL no matará a tu padre, vámonos.

—¿Por que estas tan segura? —le pregunté con el ceño fruncido.

—Es complicado... si nos vamos a casa te lo explico. —me dijo por primera vez insegura, no me miraba al hablar.

—Marion... —comencé a impacientarme, odiaba que me mintieran.

—Vamos Marion, sino le dices tú, lo haré yo. —ella se tensó y cerró los ojos, cuando los abrió sus negros ojos estaban impasibles, lo miro y este sonrió.

—Por favor, Drew. Confía. —me rogó, pero no pude contenerme, algo me ocultaba y necesitaba saberlo ya. Podrá destruirte. Correré el riesgo. Luego viene tu parte, mejor no te quedes.

—Bien, mucho romanticismo. —dijo ÉL, Marion quiso salir de ahí, pero llegaron cinco tipos, entre dos me agarraron a mi, otros dos a Rocko y solo uno a Marion, la tomo con fuerza de la mandíbula y la obligó a verlo.