𝙵𝚒𝚗𝚊𝚕 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚌𝚞𝚎𝚗𝚝𝚘.

6.5K 654 60
                                    

10 𝚊𝚗̃𝚘𝚜 𝚊𝚝𝚛𝚊𝚜

— Volví. — dijo Draken apenas llegamos a su piso.

— Buenas noches, Masamichi-san. — sonreí haciendo una pequeña reverencia en saludo al hombre que se encontraba allí.

— Hola, _____. ¿Vas a quedarte? — respondió éste con una sonrisa cómplice.

— ¿Eh?! No, no se preocupe, no- — empecé pero fuí interrumpida por la voz de Draken en mí espalda.

— Eso no importa. — respondió Draken al hombre y colocó sus manos en mis hombros llevándome a su habitación. — Solo ignóralo.

En el camino allí, muchas chicas saludaban a Ken o se insinuaban. Siempre era así el camino por ese pasillo. Pero, eso ya no importaba. Ken jamás actuaba de forma que me sintiese insegura, él las ignoraba y yo también lo hacía.
Confiaba ciegamente en él.

Nuestra relación iba bien. Llevábamos 6 meses y todo parecía ir en orden. Nos entendíamos y cuidabamos del otro. Él siempre había sido atento y cariñoso, a su modo. Sabía que le costaba expresar sus sentimientos pero, de a poco habíamos creado una confianza.

Él día de hoy había sido particularmente lindo. Draken había aparecido de sorpresa en casa. Almorzamos juntos, salimos por un paseo en la playa. Era extraño, no porque no me gustase, más bien porque pasaba ocupado durante el día, era difícil coincidir. Pero estaba feliz, lo había extrañado. Eran esos pequeños detalles una de las razones por la que lo amaba.
Lamentablemente, el cansancio me estaba venciendo al final y Draken lo había notado. En un segundo ofreciendo llevarme a su hogar.

Al principio le había costado mucho decirme dónde vivía y convencerlo de que estaba bien con ir allí. Pero ahora venía seguido, me agradaba que confiase en mí.

— _____, ¿Podemos hablar? — dijo Ken, llamando mí atención apenas entramos en su habitación.

— ¿Hmm? Si, dime. — Le sonreí sentándome en la cama observando todo su cuarto.

Ahí estaban las fotos en la pared, siempre en el mismo lugar sin importar los años. Verlas me traía nostalgia de nuestros días en la pandilla.
Aunque fuese extraño, en la pared no había ninguna foto juntos, era entendible igual, en ese tiempo yo era la nueva. No podía sentirme mal, yo aparecía en una junto a Baji y Mikey. Además, hacía tiempo había encontrado una caja con nuestras fotos, citas , viajes, todo lo que habíamos vivido.

—Llevo un tiempo pensando esto y no sabía cómo decirlo — Se veía nervioso y preocupado.

— Ken ¿Estás bien? — murmuré levantandome para acercarme a él.

Éste negó con la cabeza y me vió a los ojos. — _____, debemos terminar.

Sus palabras fueron suficientes para congelar mis movimientos, ¿Que había pasado? ¿Por qué ahora?

— Ooh... Era eso. — murmuré bajando la mirada. Era imposible verlo a los ojos en ese momento.

Luego de años de lo que había sucedido con Emma, estaba segura de que podía hacerlo feliz, quería intentarlo y creía haberlo logrado. Sabía que no debía ser ingenua pero, Draken era mi primer amor y era obvio que caería por él. Cuando la oportunidad se dio, no dude en aceptar sin importarme mucho el futuro.

— Siento que no funcionamos — ¿No lo hacíamos? — y no quería herirte. No es tu culpa, se trata de mí. — suspiró pasando sus manos por su cabello. — Yo no puedo evitar sentir culpa por Emma. De alguna forma, siento que la estoy traicionando al estar contigo.

Así como Draken era mí primer amor, Emma era el de él, y nunca podría compararme con eso. Así mismo, yo tampoco creía poder superarlo.

— Puede sonar ridículo pero, ella aparece en mis sueños. Cuando la veo sé que no he dejado de amarla. — Entonces, ¿Por qué estábamos aquí? ¿Por qué se había molestado en empezar una relación conmigo? — Sé que será peor sí esperamos y no funciona.

ᴘᴇǫᴜᴇɴ̃ᴏ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀ r.k (draken)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora