Nada podía asustar a Ryuguji Ken, o eso creían todos. Sin embargo, cuando las puertas del salón se abrieron, todos fueron testigos de como Draken palideció cuando su mirada se encontró con la de un niño de cabello rubio.
Los personajes de Tokyo Rev...
— ¡¿Qué?! ¿Por qué? — La voz de Haruchiyo resonó por la casa. — ¿Es por dinero? Sabes que voy a pagarte, eso no te tiene que preocupar. Contrataré una niñera para que ayude con los niños.
_______ soltó un suspiro, Haruchiyo parecía muy interesado en su trato. Era un alivio que Takeo no estuviese en casa, con lo nervioso que estaba saltaría contra Haruchiyo si lo veía gritarle a su madre.
— No se trata de dinero, ni nada de eso. No necesito nada. Se trata de ti y de tu hija, no puedes dejarla.
— Agh, no se cuantas veces he oído eso. — Sanzu se levanto de su asiento caminando por la sala. — No entiendes, Seina corre peligro conmigo. ________, no soy bueno para Seina.
— ¿Cómo sabes eso? ¿Si quiera le has preguntado a Seina que es lo que quiere? — la Hanagaki se cruzó de brazos. — Creeme que será mejor sí tratas de hablar con ella.
— Seina no lo tomara bien, está muy apegada a mi y eso no es bueno. — Haruchiyo detuvo su camino frente a una estantería de aquella casa.
Ahí estaba lo que deseaba para Seina, lo que su hija necesitaba. En la foto que decoraba la estantería podía verse a la Hanagaki junto a su hijo y sus amigos. Seina no tenía una familia, cuando trató de darle una todo fracaso. Todo hasta la muerte de Janeth.
— No quiero cometer errores. Por no estar atento Seina salió herida, la descuide con Janeth y no ví lo mal que estaba. — Sanzu soltó un suspiro bajando la mirada. — No confío en mí, la he abandonado incluso el día que nació.
— Nadie sabe tratar con niños. Ni siquiera yo lo entiendo bien aún y he pasado cada segundo al lado de Takeo. — _______ siguió sus pasos hasta detenerse a su lado. — Seina no estará en mejores manos que contigo, has cambiado mucho por ella. Si lo que te preocupa es tu trabajo entonces, puedo aceptarla aquí de vez en cuando.
— Pero-
— Ella no estará feliz en otro lado porque eres su persona más importante. — la Hanagaki le dedicó una pequeña sonrisa. — Puedo ayudarte, pero no la adoptaré ni nada por el estilo. Además, estoy segura de que Senju también quiere estar con ella.
Sanzu hizo una mueca al escuchar el nombre de su hermana. — No me lo recuerdes, los últimos días solo recibos llamadas y mensajes de ella.
— ¿Y que harás?
— Aún no se si debo hablar con ella.
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Una semana. Ese tiempo había parecido más largo de lo que debía. Hacía una semana que no veía a su hijo. Draken trataba de encontrar una solución para lo que había pasado.
¿Cómo podía disculparse sí Takeo ni siquiera había intentado escucharlo?
Era como un déjà vu, él había pasado por esto antes, no había podido disculparse con ________ hacía años atrás y luego había desaparecido. Pero no podía dejar que se repitiera, no iba a dejar a Takeo desaparecer. Su hijo escucharía lo que debía decir, luego podría odiarlo, pero no dejaría las cosas pendientes. No otra vez.
