ᴘᴇǫᴜᴇɴ̃ᴏ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀ r.k (draken)

𝙲𝚊𝚖𝚒𝚗𝚊 𝚜𝚘𝚕𝚘.

4:43 AM

Un pequeño peso estaba sobre su cuerpo, apenas Takeo pudo abrir un ojo noto un montón de pelo gris allí, Melón descansaba sobre su pecho cómodamente.
Viendo a su alrededor noto las paredes azules de su cuarto, estaba en casa. Su madre dormía a su lado y Baji estaba dormido en un pequeño sofá infantil de su cuarto. Era gracioso como apenas cabía y así se había dormido allí. Pero... ¿Por qué?

Los recuerdos del día anterior volvían revolviendole el estómago, parecían un sueño, pero no tenía tanta suerte.

Se levanto lentamente de la cama para no despertar a su madre, ni a Baji en el proceso. Melón se removió un poco antes de recostarse junto al calor de la Hanagaki, no estaba dispuesto a salir de la cama junto a Takeo.

El niño bajo en silencio a la cocina, tenía mucha sed, como sí hubiese corrido por horas. El silencio de la casa le decía que estaban solos, por la hora todos debían haberse ido. Vaya cumpleaños había tenido. Pero al menos su madre y Baji estaban con él.

Nunca necesite nada más.

Al bajar noto algo extraño, no podía ser. Tuvo que acercarse, la curiosidad era más fuerte que él, aún sí eso sólo le traía problemas.

Por la puerta de vidrio del patio logro ver una motocicleta, pero no una que conocía. El color azul de ésta y el dragón que decoraba el tanque eran algo único, tanto como su tamaño.
Kawasaki KX 65, una mini moto, más que eso, una principal en la competición de pista para niños. Decir que estaba emocionado era poco, casi podía verse el brillo en los ojos del niño mientras pegaba sus manos al vidrio. Pero ¿Quién compraría eso? Su madre no estaba emocionada con la idea de él conduciendo, por mucho que sabía cómo hacerlo. ¿Podría ser Baji o Kazutora? Ellos le habían enseñado a conducir así que...

Tan distraído no noto la figura que pronto estuvo parada detrás suyo, no hasta unas llaves se posaron delante de sus ojos.

— Sí crees que puedes con ella, es tuya.

Takeo se tensó en su lugar, no sabía como actuar, más bien, tenía miedo de verlo a la cara. ¿Por qué estaba ahí?

El silencio los cubrió por unos minutos hasta que Draken finalmente bajo la mano, su hijo no estaba emocionado, pero ¿Por qué esperaba otra cosa?

Dejando escapar un suspiro, Draken se inclino a la altura del niño mientras Takeo rogaba por desaparecer de allí. Si, había jurado que lo enfrentaría, que lo alejaría de su madre, pero al tenerlo tan cerca había perdido todo el valor.
Pudo distinguir su rostro en el reflejo del vidrio, pero rápidamente esquivo la mirada cuando noto que el mayor también lo veía.

— Takeo, siento todo lo que paso, jamás debí golpear a Baji y no tengo excusas para lo que hice. — Draken hizo una pausa viendo que el menor no se movía. No quería hablarle. ¿Estaba asustado de él? — Sé que Baji es importante para ti, siento mucho haberlo atacado. Y lamento haber arruinado la fiesta, juro que no quería herirte, yo-

— No la quiero.

Takeo no sabía cómo había juntado el valor de hablar, pero estaba claro que no quería mostrarle que le afectaba. De hecho...

— ¿Qué- ¿Que cosa no-

— Llévatela, no la quiero. — repitió Takeo más firme, aunque aún no lo veía a la cara.

Takeo quería herirlo.

— La conseguí para tí, es un regalo. Entiendo sí estás molesto conmigo, pero-

— No quiero una motocicleta y no debo conducir, llévatela de mi casa.

¿Qué era esa actitud? El niño estaba sorprendido de si mismo, jamás le había hablado así a nadie mayor que él. No podía.