ᴘᴇǫᴜᴇɴ̃ᴏ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀ r.k (draken)

𝙿𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚒𝚍𝚊𝚜.

Julio, 2009. ¿Tal vez?

El clik de los tacones en el suelo hacían eco en el silencioso pasillo, que ahora parecía infinito y en mi estado tal vez no era bueno recorrerlo en tacones. Cada puerta tenía un reloj que contrastaba el sonido de mis zapatos, cada segundo marcado me ponía más nerviosa.
Al final del pasillo habia- ¿Una puerta de cristal? Seguí hasta el lugar pero, por mucho que lo intentaba, no veía nada del otro lado. Decidí empujar la puerta, debía llegar allí de todos modos. Pero ¿Para que?

— Señorita, ¿su invitación? — Un hombre alto y robusto me detuvo en la entrada de aquel extraño lugar.

¿Una invitación? ¿Por qué no puedo recordar?
Mi cuerpo, en automático, le entregó un sobre dorado. ¿Hace cuánto que tenía eso encima?

— Disfrute su velada. — respondió el hombre luego de revisar la "invitación".

Entre encontrándome con un salón decorado en rosa y blanco, una fiesta.
Extrañada camine por el lugar buscando algún rostro conocido.

— Ow! ¡Es tan adorable! — En un instante reconocí la voz de Hina, volteando enseguida para buscarla.

Ella lucía un vestido amarillo pastel, con su cabello recogido y unas sandalias blancas. Se encontraba en un círculo de personas, ¿Que estaban viendo?
Acercándome trate de buscar a Takemichi, el debía estar aquí.

— Se parece demasiado a ti, Emma. — Mi cuerpo quedo helado en el momento que escuche su nombre.

¿Emma estaba aquí? ¿Estaba viva? ¿Cómo era posible?
Abriéndome paso entre las personas los encontré, Emma estaba ahí. Estaba de vuelta con nosotros. Pero... ¿Era eso un bebé? Una niña. Parecía apenas tener unos cuantos meses, tenía un vestido blanco y su cabello era rubio junto con sus ojos amarillos brillantes. Era hermosa.
¿Qué estaba pasando?
Entonces, él se levantó de su asiento, abrazando a ambas, sus ojos brillaban con amor.

Entonces, ¿Todo lo que pasó fue un sueño?

— ¿Cuando tendrán el segundo? — rió Kazutora bromeando.

¿Kazutora? ¿Dónde está? Necesitaba ver el rostro de mis amigos. Me sentía perdida en ese lugar. O tal vez, sólo no quería ver esa escena.

Draken sonrió dejando un beso en la cien de su ¿Esposa? No era muy importante ahora, debía volver a mi lugar.
Apenas pude dar unos pasos atrás cuando la mirada de todos se posó en mi. ¿Por qué?
Sí todo fue un sueño, ¿Por qué se sintió tan real?

Instintivamente lleve mis manos a mi vientre, aunque no entendía que intentaba proteger.
Emma dejo a la niña en los brazos de Draken, este volteo a verme con indiferencia abrazando a su hija.

— ¿Cómo te hace sentir ésto, _____? — En un segundo, Emma se encontraba frente a mi.

Retrocedí más alejándome.

— Habla. — dijo ella, acelerando sus pasos y está vez, su mano se apoyó en mi vientre.

Estaba haciendo presión. El aire me faltaba y no podía quitar su mano de mi estómago. Esa no era Emma, ella no tenía esa fuerza, ni yo tan poca resistencia.

Regresando la mirada a sus ojos, me encontré con el rostro de él en su lugar — ¿Cómo te sientes? — me dijo.