23 de Diciembre.
Tan tranquilo como iba el día, no iba a durar. Un auto negro freno frente a la tienda D&D motors. Era un BMW modelo 2018. Aquello desconcertó a los adultos, pero Takeo conocía demasiado bien aquel coche.
— Mierda. Otra vez... — Murmuró el niño.
Antes de que su padre pudiese regañarlo, un grito los detuvo. La puerta se abrió revelando unas pequeñas botas rosa y el grito volvió a oírse.
— ¡Dragoncito! — Eso era todo, la recién llegada corría en dirección del niño, confundiendo aún más a los presentes.
Excepto Inui, él conocía a la pequeña.
— Seina, ¿Qué haces aquí? — Inui intervino, notando la cara mortificada del niño.
— Pues, ¿No es obvio, Seishu? — la niña sonrió, parecía muy emocionada. — Vine a ver al Dragoncito.
La falta de onorificos y la forma casual en que pronunció el nombre llamó la atención de los mayores. Aunque Inui ya estaba acostumbrado, no se quejo.
— ¿Y bien? — dijo Seina poniendo sus manos en sus caderas. — ¿Que esperas para saludarme, pequeño tonto?
— ¿Takeo, conoces a esta niña? — dijo Draken, un poco divertido por el rostro molesto de su hijo.
— No. Quiero irme a casa. — respondió Takeo con tono serio.
— ¡Hey! No seas cruel, vine desde muy lejos para verte, idiota. — La pequeña se acercó dandole un golpe en la cabeza a su "amigo".
— No creo que Takeo quiera jugar ahora. — Draken intervino. — ¿Por qué no vuelves a tu casa, este... ? — Cierto, no sabía su nombre.
— Soy Akashi Seina, señor papá de Takeo. — Medio respetuosa, medió entre burlas, pero la niña parecía responder mejor frente a Draken. Por ahora.
— ¿Akashi? — Mikey fue el primero en reaccionar. ¿Cómo no lo había notado?
Su cabello blanco, ojos azules. Esa niña era...
— ¡Ooh! Usted es Mikey. — La niña parecía tener estrellas en sus ojos. — Di- Digo, Mikey-san. — dijo haciendo una reverencia.
— ¿Y de pronto tienes modales? Tsk. — Takeo rodó los ojos.
— Mi padre me contó mucho sobre usted. — la pequeña ignoro a su amigo. Tenía frente a ella a alguien muy importante.
— No será... — Mikey se vio interrumpido por el grito de fangirl de la niña.
— Es Sanzu, señor. ¡Haruchiyo Akashi!
Akashi Seina, 8 años. Hija única de Haruchiyo. Su madre es una mujer de los "citios" que visitaba Sanzu. A pesa de eso, es una niña mimada y adorada por su padre.
Nadie creyó que Sanzu fuese, en realidad, un padre bastante decente.
Actualmente vive en Tokio, junto a su madre y su niñera. Sanzu jamás dejaría a su princesa al cuidado de una psicópata, pero tampoco podía llevarla con él.— Wow. Es cierto se parecen mucho. — Mikey reaccionó, pero más aún, tenía cierto aire a la hermana menor de su antiguo compañero. — Casi podría jurar que estoy viendo a Senju.
— Uhumm soy muy bonita ¿Cierto? — La niña se detuvo viendo cómo Takeo huía lentamente en su distracción. — ¡Hey, Dragoncito!
— Por última vez, soy Takeo. — El pequeño gruñó ante su intento fallido.
Por empezar, ¿Qué estaba haciendo Seina ahí?
— Mikey-san, ¿Puedo llevarme al dragoncito? — Poniendo sus ojos más tiernos y juntando sus manos, la pequeña espero por aprobación.
ESTÁS LEYENDO
ᴘᴇǫᴜᴇɴ̃ᴏ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀ r.k (draken)
Lãng mạnNada podía asustar a Ryuguji Ken, o eso creían todos. Sin embargo, cuando las puertas del salón se abrieron, todos fueron testigos de como Draken palideció cuando su mirada se encontró con la de un niño de cabello rubio. Los personajes de Tokyo Rev...