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Lo único que podía escuchar ahora mismo era el ruido del motor y su propia risa cuando notó que aceleraba, teniendo que apretar el agarre que le tenía en la cintura. Su corazón latiendo frenéticamente debido a la cercanía, no podía calmar estos. En estos días habían pasado demasiadas cosas.

Podía ver el hermoso paisaje que le rodeaban, ¿qué tan lejos estaban yendo? Aún así empezaba a sonarle la zona, ¿no venían aquí cuando eran más pequeños? Si, puedo afirmarlo cuando vio a lo lejos el mar.

— Kei, ¿vamos a ir a la playa? — Quiso preguntar, lo había pensado en voz alta sin querer. Se hubiera tapado la boca si no fuera porque se podría caer al soltarse del contrario por la velocidad a la que iban.

Estar así era realmente la paz que necesitaba, lejos de su inestabilidad y de los problemas, junto a Keisuke Baji. ¿Qué podría salir mal?

— Quiero que te olvides por unas horas que mañana tendrás que ver a la jirafa de mierda. — Comenta una vez habían aparcado, guardando cascos y poniendo el seguro para que nadie se quisiera ir de listo con la motocicleta de Baji. — Yo también estaba por pedirte que me llevarás aquí. Me gusta respirar el aire del mar.

Se empezó a quitar los zapatos, pues descalzos tocando la suave arena aunque pronto se quejó. Aguantandose en Baji para no tener que tocar mucho la arena. Este con una sonrisa enseñando los colmillos, le tomó en brazos de improviso.

— Idiota, la arena quema a esta hora. — La sangre se le subía por las mejillas, formando un rubor por ello. Le golpea suavemente en el hombro. — ¡Ya entendí, ahora bajame!— Que vergüenza, la gente le miraban. Quería esconderse bajo la arena para no ser visto. — No seas quejica idiota.

Empezó a correr con él en brazos para dirigirse al agua, la playa se veía tan transparente, era increíble la sensación de tranquilidad que le daba. Aunque fue interrumpido sus pensamientos cuando fue tirado al agua, sobandose su trasero mojado cuando tocó la arena húmeda. Mirada fría le dedicó e iba a tomar su mano para tirarle pero una ola le tiró a él, provocando que tosiera al haber tragado agua.

— ¡Hey, hey no te rías! Cof. . . — Se levanta para tirarse encima suya, menos mal que en esta playa no había roca por donde estaban tampoco quería hacerle daño sin querer. — Oeh. . . — Cayeron ahora ambos con la ropa húmeda, sus caderas encima del contrario al haber estado sentado en esa posición. — No tenías que tirarme pero creo que tengo una bonita posición desde aquí. Ay. . . — Le había dado un zape en la cabeza, ruborizado de nuevo. Cuando se acercó para darle un pequeño beso, otra ola quiso interrumpirles. Ahora ambos reían.

Acabaron levantándose, ambos yéndose un poco más hondo ignorando como se estaba poniendo su ropa más allá de los empapados que estaban se estaban divirtiendo.

Kazutora echo agua a Baji, al igual que a la viceversa. ¡Ya podrían ser todos los días así! Después de un buen rato jugando y empezando a hacer frío, Baji colocó su brazo encima de sus hombros.

— Ha sido divertido, venga Tora deberíamos secarnos un poco es tarde. — Asiente. Le daba pena le gustaría quedarse más tiempo en aquel lugar. — Me hubiera gustado quedarme más rato. — Unos pucheros tenía en sus labios, Baji besando los mismos porque le había parecido tierno.

Se quedó quedando pensamiento un rato hasta que le tomaron de las mejillas, la persona que lo hizo siendo tan obvia.

— Te llevaré aquí cuando todo acabe. Después de la batalla del Valhalla. — Esboza pequeña y curvilínea triste en sus belfos, ¿de verdad todo saldría bien? Eso había que verlo. — ¿Me lo prometes? — Sonrisa ladina tenía Baji, besando ahora su frente brevemente y de forma sonora, provocando que ampliara su sonrisa. — Claro, ¿y alguna vez he roto alguna promesa?

No, nunca lo había hecho y esperaba que nunca lo hiciera. De camino a la moto de nuevo la cabeza le dolía, pero no quiso decirle nada a Baji.

De camino a casa se quedó pensativo, quedándose dormido justo al llegar a esta por lo que tuvo que ser cargado.

Sus últimos pensamientos antes del día que se le deparaba eran justamente proteger a toda costa a su pareja. No quería caer en trucos bajos, no quería.

Por favor que todo fuera bien para que pudieran cumplir la promesa de ir juntos de nuevo a la playa.

¿Sería soñar mucho?

Entre sueños y alas rotas. BAJITORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora