1

2.2K 186 41
                                    

Un sueño.

Un sueño del que jamás podrás despertar.

Una pesadilla.

Una pesadilla que te ha arrinconado sin parar.

Unas emociones.

Unos sentimientos.

Que ya no podrían dar vuelta atrás.

¿Me odias por mi locura estallar?

¿Me odias por no poderme controlar?

Ojalá simplemente tu voz poder escuchar.

Hasta un te odio me podría bastar.

Baji, cuando lamento tu muerte causar.

Por mucho que quiera al pasado no puedo revocar.

Si todo se pudiera arreglar. . .

Mi vida gustosamente te podría dar.

ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤ╰━━━┈┈┈┈┈┈┈╯

ㅤA veces los sueños podrían dar más miedo que la propia realidad. A Kazutora había uno en concreto que más temor le causaba. Parecía tan real, parecía tan auténtico.

Tan imposible como su vida de nuevo tras aquel correccional. O eso esperaba. Aquel difuso sueño aún le andaba en la mente. "Baji. . . "

No, no podía pensar en aquello. Por fin ponía un paso fuera de aquel lugar, ya podría sus alas extender y dejar el pasado atrás.

Pero él nunca fue culpable. ¿Verdad? O eso siempre quiso pensar.

No tenía remedio, sus pasos iban sin retorno. No sabía donde quedar. Sabía que su casa no era una opción, su madre había dejado bien claro que no quería tenerlo en su casa después de lo que pasó años atrás.

Pero Kazutora no fue. Él nunca tuvo nada que ver. Mikey fue quien lo mató, estaba seguro.

O era lo que su mente le dejaba ver.

Mikey, Mikey, Mikey.

Todo acabaría cuando la sangre del susodicho fuera derramada y eso era lo que haría. Su propósito sin final.

— Baji. . .

Su sangre. Derramada en el suelo, su cuerpo inerte. Su mirada sin vida. ¿Por qué ahora se le había venido en mente algo tan horrible? Incluso ganas de potar le habían entrado.

Necesitaba un lugar donde dormir aquella noche. No podía estar en tonterías.

Aunque no era una tontería.

Baji era importante para él. En todo este tiempo se habían estado escribiendo cartas, tenía ganas de verle.

No podía ahora mismo. Quito esa idea, siguiendo su caminar.

Su paso siendo detenido por alguien, no le conocía. Alto, cabello negro y amarillo, chaqueta blanca. Pudo visual un nombre a la espalda: Valhalla.

— ¿Qué diablos quieres?

Cascabel de su pendiente dio un pequeño sonar cuando ladea la cabeza, bastante impaciente. Todo aquel chico le daba mal rollo. Algo le decía que huyera, que se diera la vuelta y nunca mirara atrás. No, no. No es que le tuviera miedo, había algo más que le producía ese pesar. Pero su mirada, su actual silencio, su actitud. ¿Por qué se le hacía tan conocido?

— Persuadirte para que te unas a Valhalla. ¿Kazutora, verdad?

— No estoy interesado.

Comentaría, dando un pequeño empujón al joven alto procediendo de nuevo a su caminar. No iba a caer. No quería estar de nuevo en una pandilla.

La ToMan algún día fue su hogar pero ya no. Ya no más.

Sin embargo su caminar fue detenido de nuevo cuando el chico le tomó de su camiseta, dejando un número en su mano. ¿Qué? ¿Acaso pretendía que se uniría allí o ligar con él? No es que tuviera problemas con los chicos, se consideraba abiertamente homosexual.

Pero siendo que no le daba buena espina, eso era lo que menos quería.

— ¿Qué quieres que haga con esto?

— Se por mis contactos que no tienes a donde ir, llamame si quieres un sitio.

Niega con la cabeza, guardando número a su pesar y sin ningún motivo aparente que le diera ganas de llamarle. No lo haría.

Seguiría en su búsqueda.

Valhalla. No. Eso era una mala idea. Tenía una terrible sensación de que algo malo sucedería si se unía.

Y eso era algo que no podía tolerar.

Tenía claro su objetivo, matar a Mikey y su vuelo alzar.


ㅤㅤㅤㅤ

Entre sueños y alas rotas. BAJITORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora