El jefe de mi padre

Capitulo 9

Esto es algo incómodo ambos estamos en silencio hasta que las puertas del ascensor se abren estoy apunto de salir pero Arturo me agarra del brazo...

—Todavía no Kate, falta un piso para bajar.—asiento y veo entrar a alguien en el ascensor, es un chico, lo miro y el me regresa la mirada hasta que escucho que alguien tose, Arturo obviamente.

—Listo salgamos.— salimos del ascensor juntos, Arturo me toma del codo— Bien aquí está el carro—abre la puerta del copiloto, me hace una señal para que suba y es junto lo que hago.

Veo que me cierra la puerta y luego se sube, arranca el carro y nos vamos. Estamos en silencio lo cual es bastante incómodo así que saco cualquier tipo de conversación.

—¿Entonces tú y Lina?— lo miro moviendo mis cejas, lo cual es extraño por parte mía.

—¿Qué estabas haciendo con Eric??— pregunta apretando su mandíbula, su vista sigue en frente está concentrado lo cual es bueno.

—Ya lo expliqué había una chica...

—Eso ya me lo explicaste Kate me refiero a que estaba haciendo Eric ahí contigo.

—Pues..Eric me defendió y luego se lo agradecí eso fue todo.— su mirada sigue y luego voltea a verme.

—Iremos a comer algo, elige el restaurante.— lo dice en forma de orden, pero que le pasa el me iba a llevar a casa no a comer algo ni mucho menos a un restaurante.

—¿Iremos a mi casa no?

—Te llevare a comer algo elige el restaurante que quieras.— seguiría insistiéndole pero no tiene caso así que asiento y me pongo a buscar un restaurante.

Veo un restaurante está cercas de aquí parece que venden de todo.

—Aquí para aquí,— Arturo para el carro y luego nos bajamos caminamos juntos pero Arturo me agarra de la mano y me lleva atrás del restaurante.

—Arturo que estás...—no puedo terminar la frase porque Arturo me hace topar con la pared me mira fijamente mientras ve hacia atrás y el frente y empieza hablar.

—Escucha Kate— voltea hacia los lados para ver si viene alguien— Tendremos que entrar por atrás vale, así evitaremos que nos hagan preguntas.

—¿Y porque nos harían preguntas? Acaso eres una celebridad—Arturo me mira y luego contesta.

—No Kate no soy una celebridad pero si soy algo popular, no quiero salir en las noticias ni mucho menos que nos hagan preguntas sobre qué es lo que tenemos.

—¡De qué hablas si tu y yo no tenemos nada!—me doy cuenta de que e gritado y Arturo se a acercado mucho poniendo ambas manos lado de mi cabeza, acerca su boca a mi oído y me susurra..

—Nosotros sabemos que no Kate, pero los periodistas y los reporteros sacarán sus conclusiones—retira su boca de mi oído y luego me mira, esta muy cercas de mi cara— No sabes lo molesto que es que ellos te persigan, llevan persiguiéndome desde que nací y todo por ser el Hijo de Connor Kane.

Me quedo quieta nuestros alientos se escuchan porque estamos muy cercas, Arturo recupera su postura y quita sus manos de la pared, para luego tenderme su mano.

—Vamos— dice y le doy mi mano, entramos por la puerta trasera del restaurante.

—¿Como es que puedes entrar por aquí? Acaso no es esto un lugar privado, ¿no nos meteríamos en problemas?— me mira como si le hubiera contado un chiste y me regala una sonrisa de lado lo cual hace que me derrite por dentro, es súper sexi.

Cuando entramos veo que están preparando comida y qué huele delicioso hay varios platos en pocas palabras es una cocina bastante grande hay un chef y los demás parecen ser sus ayudantes todo va bien hasta que nos ven.

—¿Arthur Kane?— se acerca y le tiende la mano, Arturo la acepta mientras a un sostiene la mía.— A que se debe este honor, bienes a comer o.... pero que linda chica—me mira y luego mira a Arturo.

—Venimos a comer eso es todo.— le responde secamente mientras yo trato de evitar la mirada del gran chef—podrías recomendarnos el mejor plato.

—O por supuesto que si tomen asiento....

—Hoy no Lucas hoy quiero comer aquí y en paz no quiero estar del otro lado ¿vale?

—Por supuesto que si tomas asiento entonces.

Veo unas mesas vacías estoy a punto de dirigirme pero Arturo me jala hacia el haciendo que mi pecho choque con su brazo musculoso, nos quedamos mirando... el baja la vista a mi y yo la subo para verlo.

—Hay una zona privada iremos ahí.—no respondo solo me quedo observando sus hermosos ojos grises, él desvía la mirada y me guía con él mientras nuestras manos todavía están unidas. Las observó por un rato mientras llegamos.

Como todo buen caballero me tiende la silla para que me siente y luego el se sienta. Estamos de frente así que podemos vernos cara a cara el agarra la carta y empieza a ver la comida, mientras yo trato de hacer lo mismo.