Hoy iré a pedirle perdón a Arturo y todo para que mi padre no me regañe. Me pongo un pantalón y una blusa con escote que deja al descubierto algo de abdomen, me llevo mi bolso y me peino.
Salgo de la casa y pido un taxi.
—Disculpe podría llevarme a las empresas Kane.—el taxi asiente y nos dirigimos a las empresas Kane.
En el trayecto del camino logró visualizar la empresa Kane la cual es uno de los edificios más grande del país y antes de este edificio estaba la empresa Kane más rica de Europa.
Bajo del taxi y me adentro al edificio el cual por supuesto está muy elegante. Sigo mi camino hasta llegar con la recepcionista la cual me sonríe de manera amigable.
—¿Qué se te ofrece chica?—me rasco de tras de la oreja y trato de pensar en cómo decirle.
—Vengo a ver al señor Arthur Kane, podrían por favor hablarle y decirle que estoy aquí.—la chica cambia su cara de amable por una falsa.
—Lo siento pero no puedes pasar sin una cita.
—O si la tengo de echo la tengo ahorita a las 3:00 pero llegue antes para hablarle de algo importante.—la chica se pone a buscar en una hojas.
—¿Cual es tu nombre?—me pongo nerviosa y la chica se aprovecha de eso para mirarme directo a los ojos.
—Celeste....—agachó mi cabeza y trato de pensar en un apellido con clase para que sea más creíble.
—¿Apellido?—dice mientras acerca su pluma a la boca.
—Park, Celeste Park.—la recepcionista revisa las hojas y niega con la cabeza.
—Lo siento no se encuentra ninguna Celeste Park.
—Bromea ¿no? Tiene que ver una equivocación porque claramente soy Celeste.—la chica revisa y revisa.
—No por supuesto que no, es decir si hay una Celeste pero no con el apellido Park.—me pongo nerviosa.
—Debe deber una falla en el sistema sabe, si quiere voy con Arthur y luego lo hablamos cuando regrese si.—salgo disparada hacia el elevador pero antes escucho como dice que llamen a seguridad.
Aprieto cualquier botón y cuando las puertas se abren me quedo asombrada por tal vista a la ciudad.
<Sin dudas nunca se aburren>
Trato de concentrarme y empiezo a caminar para ver si estoy cercas de su oficina. Me acerco a una señorita y le pregunto por la oficina del Sr.Arthur.
—Quinto piso sala 8 es la habitación grande de lado derecho.
—Gracias enserio gracias.—salgo corriendo de ahí y me dirijo al elevador.
Las puertas del elevador se abren y sigo las instrucciones que me dio la señorita, cuando me voy acercando me percato de que Arturo tiene una recepcionista o asistente por así decirlo solo que el lugar está vacío y luego de ahí le siguen dos puertas.
Me dirigí a la segunda puerta y cuando la abro me arrepiento de haberlo echo porque veo a Arturo con Lina la cual le está dando un masaje.
—Disculpen no quise entrar de esta forma lo siento.—me tapo los ojos por la pena y trato de salirme pero una voz profunda me detiene.
—¿A que haz venido?—lo miro a los ojos y me acerco hasta quedar enfrente de su escritorio. Tomo a siento en una de las sillas qué hay enfrente del escritorio.
—Arturo te necesito, necesito que hablemos por favor.—le suplico con la mirada.
—Lina déjame a solas con Kate.—Lina se va echa una furia y yo trato de tranquilizarme para poder hablar con él.
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El jefe de mi padre
Novela JuvenilDebí alejarme de él, ahora tengo que pagar las consecuencias de mis actos. Los hombres pueden bajarte las estrellas?? Por supuesto que si pero todo llega a su fin tú lo conoces realmente y todo termina, no digo que no fuera lindo.....