Capitulo 14

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Estoy demasiado borracha solo se que alguien me está cargando como un saco de papas, y que huele delicioso.

—Eres lindo.—digo riéndome, el se tensa.—Hueles demasiado bien.

¿Y mi padre? Me pregunto, subo la cabeza y lo veo está levantándose pero ¿por qué?
Bajo la cabeza nuevamente ya que ya no tengo fuerzas y en eso voy cerrando los ojos hasta perder el conocimiento.

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Abro los ojos lentamente, siento como si estuviera acostada en algo demasiado cómodo, si al parecer estoy en una cama  y no solo eso si no que estoy........
Me siento en la cama rápidamente lo cual hace que me de un ligero pero a la vez fuerte dolor en la cabeza, pongo mis manos en mi cara y luego en mis brazos y es ahí cuando me doy cuenta de la ropa que estoy usando.
Estoy usando una bata de seda negra, las mangas son de encaje y me llega un poquito debajo de los muslos, me veo y es hay cuando me tapo ya que llevo un camisón negro sexi con encaje el cual me llega a medio tracero, mis pechos se notan demasiado con este camisón y me doy cuenta de que no traigo sostén.

Respira Kate, respira, trata de recordar qué pasó ayer. Nada no recuerdo nada solo se que estuve en el bar y empecé a bailar nada más recuerdo eso.

—¿Hola hay alguien ahí?—todo se ve oscuro en la habitación solo la cama está iluminada por una lámpara que está al lado de la cama.—Por favor alguien conteste.

Nada no hay respuesta de nada ni nadie, trato de levantarme pero al parecer termino cayendo de pompaso al suelo, eso hace que suelte un pequeño grito no porque me haya dolido si no porque me asuste.
Cuando creo que ya se me pasó el susto escucho una voz demasiado sexi y ronca detrás de mi, volteo mi cabeza pero todo se ve igual de oscuro.

—¿Te encuentras bien?— no sé si ya me acostumbre un poco a ver hacia la oscuridad pero veo que está sentado en una silla solo se ven sus zapatos y sus pantalones ciento una mirada pesada y es ahí cuando se quien es; Arturo me ve directo a los ojos, trato de levantarme pero doy un quejido de dolor.

—Si, si estoy bien tranquilo.— no escucho respuesta alguna solo siento que el se acerca y se agacha hasta quedar a mi altura ya que todavía estoy en el piso. El solo me ve y eso hace que me ponga nerviosa.

—Deja te ayudo a levantarte.—asiento levemente y el me toma de los brazos hasta quedar de pie lo veo ¡Si! Esta sin camisa tiene un tatuaje cercas de su pecho y su torso....su torso se ve demasiado trabajado sus pectorales y abdomen son increíblemente fuertes y sus brazos ¡OMG! Se ven músculosos tiene un tatuaje en el brazo el cual está unido al que está casi por sus pectorales.

—Terminaste de observarme.—pregunta con una sonrisa sexi se aleja un poco pero todavía sus manos están en mis brazos, me mira de arriba hacia bajo para después relamerse los labios. Me pongo nerviosa y por inercia me miro y veo que mi bata no está cubriendo mis pechos rápidamente me tapo. No tengo sostén pero con este camisón se logran ver bien mis pezones y eso me incomoda.

Me alejo un poco de él y me subo a la cama pegó mis rodillas a mi pecho para tratar de hacerme bolita, Arturo se sienta en la esquina de la cama;

—Luces demasiado sexi.— yo no contesto solo me quedo mirando un punto fijo en el suelo mi cabello logra taparme la cara, una ventaja de traerlo suelto.

—¿Qué ....que hago.....mmm aquí?—Arturo me observa y yo lo observo, dejo de ponerme nerviosa cuando veo que él a estado tomando se le nota en la cara aparte de que huele a alcohol.

—En serio no recuerdas lo ¿qué pasó ayer?—niego con la cabeza y veo cierta tristeza en su cara,ojalá no hubiera negado ya que se puso algo triste.— Solo te traje porque estabas muy ebria.

—¿Quién me cambio?¿quién me puso esta ropa?—Arturo me mira para después mirar el suelo eso hace que me ponga alerta, no quiero pensar que él me a cambiado ya que esto se pondría extraño.

—No te preocupes, Coquis te cambio—Arturo me ve algo dudosa así que le sigue.—Vomitaste y manchaste tu sexi vestido negro.

Por inercia me sonrojo y asiento, Arturo me mira y luego voltea a ver el piso, quiere decirme algo pero después cambia de opinión.

El jefe de mi padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora