⛧ 𝗘𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗮𝗹 𝗛𝗮𝗹𝗹𝗼𝘄𝗲𝗲𝗻 ⛧

966 112 3
                                    

2da Parte

Ya eran las tres de la mañana del domingo, la gente no para de llegar. Cada vez se hacía más imposible de caminar por el departamento. Que bueno que había cerrado con llave la puerta de mi cuarto. No podría dormir tranquila sabiendo la posibilidad de que haya hijos de alguien allí. 

El calor que hacía era imposible de describirlo. No se si era, porque ya estábamos en primavera, porque había estaba bailando o por todo el sudor de las personas en esta habitación. Camine a la cocina donde tome una cerveza, la abrí y le di un trago. Diosss, justo lo que necesitaba. Una bien fría. 

Sentí el perfume de Aegan, así que supuse que estaba a mi lado. Me gire y pude verlo, mejor que hace varias horas atrás, entre la masa de gente. Iba vestido de negro, remera de mangas negra, pantalón de jean negro, y unas zapatillas blancas. 

Ese es su disfraz. Aegan siendo Aegan 

─ ¿De que vas disfrazado? ─ pregunte dejando la botella sobre la mesada 

Aegan se dio la vuelta y pude ver unas grandes alas negras. Ángel negro. Asentí haciendo una mueca 

─ El tuyo es demasiado obvio, Claro ─ me señalo y tomo la botella para darle un sorbo ─ Conejita Playboy 

─ Muy bien, has estado prestando atención en clases ─ aplaudí para darle un trago a mi cerveza 

─ Y en otro lugar podría enseñarte todo lo que aprendí ─ se acerco para susurrar a mi oído 

─ Sorpréndeme

Dicho eso, Aegan se termino la cerveza de golpe dejándola sobre la mesada vacía. Tomo con delicadeza mi mano, y paso entre la multitud hasta mi cuarto. Tomo la llave y abrió la puerta para pasar ambos y cerrarla nuevamente. 

Se acerco en modo amenazante hacía mi. Me tomo de la cintura baja pegándome a su cuerpo, y atacó mis labios. Su beso era rudo, demandante, apasionado y sexy. Todo lo que era él. Tenía toques de Aegan en él, y al mismo tiempo tenían toques del Aegan que era de ves en cuando tierno. 

Tomo mi cara entre sus manos, y corrió un mechón de mi cabello. Me alzó, haciendo que enrede mis piernas en su cintura, me sujeto del trasero sosteniéndome. Me agarre a su espalda, mientras continuaba besando aquellos labios que tanto había extrañado. 

Se sentó a los pies de mi cama, dejándome a horcajas de él, sus besos fueron descendiendo. Desde mi mandíbula hasta la gruesa tira de mi vestido, lo aparte dejándolo tirado completamente en la cama. Vi como una sonrisa traviesa se formo en sus labios. 

La luz amarilla de mi lampara, en mi mesita de luz, hacían que su cara tome un color amarillo y dorado. Sus ojos grises se habían vuelto negros, sus labios estaban entreabiertos y su cabello negro completamente desordenado.  

Con mi labios llegue a tocar su cuello, dejando besos apasionados por la zona. Sentí sus manos en mi trasero masajeándolo suavemente, por encima de su remera negra, fui dejando besos, hasta que llegue a su ombligo. Doble la remera para dejar besos húmedos por allí. 

Sentía la gran erección de Aegan rozando mi garganta, oí como soltó un gemido a lo que sonreí sobre su piel. Baje la cremallera de su pantalón, y lo deje hasta la altura de sus talones, por encima de su bóxer, comencé a dejar suaves caricias en su gran amigo. 

Aegan no pareció soportarlo más, por lo que de un ágil y rápido movimiento me dejo debajo de él. Me saco el vestido, las botas dejándome solo con mis bragas. Ya no me sentía para nada insegura de mi cuerpo, aunque solo tenga una prenda que me cubra. Aegan sonrió y se acercó a besar mis labios, alargando un poco más el beso de lo normal. 

─ Las conejitas de Playboy, son sumisas ─ susurro ronco ─ Por suerte, tu eres una de ellas 

Su voz, era lo más sexy que alguna vez había llegado a oír. Reí suavemente, Aegan se puso de rodillas y tomo mis piernas dejándolas sobre sus hombros. Se paso su dedo gordo por la lengua, para luego pasarlo suavemente sobre la tela en mi zona intima.  

Sentí una especie de cosquilleo y palpitación. Solo él sabía como tocarme, como llevarme hasta el punto de excitación más alto. Corrió delicadamente mis bragas y metió dos dedos dentro de mi. Solté un gemido, comenzó a mover sus dedos, más rápido. Arriba a bajo, adentro afuera, en círculos. 

Sentía que me venía así que agarre sus muñecas, gimiendo. Aegan me miro, negando. Tomo un condón de mi mesita de luz y se lo coloco. Saco sus dedos de adentro mío, y metió su amigo. Haciendo grandes zancadas. 

De repente, el aire se sentía pesado. Hacía demasiado calor, las zancadas de Aegan eran profundas, y su agarre era cada vez más fuerte. En la habitación solo se oían, nuestros gemidos, el choque de nuestras pieles desnudas y nuestras pesadas respiraciones.  

Aegan se corrió y seguramente yo me corrí primero en cuanto él se metió dentro de mi. Ambos nos acostamos, exhaustos en mi cama. Aegan apoyo su cabeza en la almohada y yo apoye mi cabeza entre su pecho y cuello. 

Solté una pequeña risita negando, él me miro extrañado. 

─ ¿Que sucede? ¿No me digas que ese polvo fue un 5? ─ Me preguntó, sonaba asustado 

─ ¿Que? Nono. Quiero hacer algo, pero... ─ me incorpore para apagar la luz 

Con una sonrisa, bese los labios del mayor, y me deslice hacía abajo, hasta precisamente su ombligo. Deje un beso allí, para mirarlo y sonreír  

─ ¿Que hac... wow ─ dijo en un gemido 

Baje sus bóxer, y con mi mano derecha no muy segura de lo que iba a hacer, me metí su polla en la boca, completamente. Y así iba, desde arriba hacía abajo. Tenía la suerte de que el acolchado tapara un poco mi cabeza, sentí la mano de Aegan recogiendo todo mi cabello y sosteniéndolo alto. 

Yo en cambio, seguía haciendo lo mismo, los gemidos del mayor de los Cash, hacen que aun quiera continuar. Así que eso hice, continúe. De arriba a abajo, en los costados Luego de varios minutos, sentí la especie caliente del mayor y sin pensarlo me lo trague. 

Volví hasta donde estaba él, creía que después de eso no iba a hacer nada más. Pero me sorprendí bastante. Aegan tomo mi cara y me beso, no era como los otros. Este era tierno, dulce y sexy. 

Bueno a quien miento, todos los besos de Aegan son sexys. Maldito 

Cαsh, Cαsh, CαshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora