Cαsh, Cαsh, Cαsh

⛧ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟮𝟱 ⛧

𝑴𝒂𝒎𝒂́...

Mamá...

Necesitaba salir del campus, algo en mí me lo decía. Así que, hablé con mamá para ver si podía visitarla durante el Finde de semana largo. Quería estar con ella, y bueno, con Jack y los demás.

Llegué a la casa donde había pasado toda mí infancia, y mis últimos años de la adolescencia. No había cambiado nada en realidad, capaz un poco el barrio. Pero seguían siendo los mismos vecinos que recuerdo

Entré y el olor a comida de mamá, inundó mis fosas nasales. Sonreí ante el hecho de saber que mamá me esperaba con la comida ya hecha. Dejé mí bolso a un costado de la puerta, y miré la mesa detenidamente.

Había tres platos, supuse que había invitado a Mary o a Agnes a comer, pero la expresión en mí rostro al entrar en la cocina fue más que notable que eso no me lo esperaba.

Ver el cuerpo de mí padre, de espaldas a un lado de mamá, riendo abiertamente de algo, me hizo paralizarme y quedarme como estatua en la puerta de la cocina.

— ¡Cariño, ya llegaste! — mencionó mamá mientras me abrazaba con notable alegría

Mis manos no se movían, estaban paralizadas. Parecía que mí cerebro aún no daba la señal para que me moviera. Papa pareció darse cuenta de mí presencia, y él también se paralizó

Traté de que no se notará mucho, más que nada para mamá. Así que, la abrace y fui hacia mí padre para abrazarlo casi sin aprecio.

Pues era verdad, no le tenía mucho cariño. Más que nada, por cosas del pasado que hizo que su divorcio con mamá se realizará finalmente. Y creí que mamá estaba mejor, pero parece que no fue así.

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La noche ya había caído, y yo no tenía ni ganas de salir de mí cuarto para ser sincera. Creo que no tenía ganas de salir porque sabía que vería a papá, y eso era lo que no tenía ganas de hacer.

Miré unas cuantas fotos que había colgadas en las paredes violetas de mí habitación, y me quedé mirando la puerta cuando escuché que algo se cayó en el pasillo.

Mí mirada iba desde la puerta hacia la parte de abajo, de dónde entraba muy poca luz del pasillo. Está en un momento, dejo de entrar, y fue cuando me di cuenta que algo la tapaba.

Me levanté y abrí la puerta, encontrar a mamá de rodillas, mientras se limpiaba los ojos, me hizo agacharme a su lado y tomarla por los hombros para ayudarla a pararse.

— Mamá, ¿estás bien? — pregunté mientras la veía

— Si, cielo. Claro que lo estoy, solo limpiaba la alfombra — dijo, para no mirarme

Supe que era mentira, ¿Por qué tendría los ojos rojos, si estaba limpiando? La repase con la mirada para ver qué no tenga ningún moretón, rasguño o marca en su cuerpo. Que pueda ver, no la tenía

Solo tenía la marca de la madera en sus rodillas, indicando que había estado agachada durante mucho tiempo, según ella "limpiando"

— Mamá... ¿Puedo preguntarte algo? — hablé no muy segura de que me iba a seguir la conversación

— Si, ¿Qué sucede?

— Bueno, ya sabemos lo de papá... ahora solo quiero saber, ¿Por qué está aquí? — cerré la puerta al ver qué ella comenzaba a acomodar mí habitación

Mamá se quedó quieta ante mí pregunta, supuse que estaba pensando en que responderme o en sí, que excusa darme para que dejará el tema en paz.

Me cruce de brazos, mientras me apoyaba en la pared, y miraba la espalda estática de mí madre. Fue en ese momento, en el que las múltiples peleas, gritos, llantos se vinieron a mí mente. Y se me hizo imposible, borrarlos.

— Cuando, seas más grande lo entenderás — mencionó

— ¿Entender qué? — volví a preguntar

— El amor — se giró mirándome — Cuando crezcas, te darás cuenta que las parejas tienen altibajos, y que se dan un tiempo para respirar entre ellas mismas — explicó — y que por más que pase esto, o millones de cosas más, si se aman. Volverán a estar juntos

Arrugue mi nariz, y mí entrecejo. Ahora sí no entendía hacia donde estaba yendo la conversación

— ¿Eso quiere decir que tu amas a papá?

— Nunca dejé de hacerlo

— ¿Después de todo lo que pasó?

— Fueron malentendidos

— Creo que tenemos la definición de "malentendido" equivocada — hablé

— Luego lo entenderás, no es fácil explicarlo ahora

— Si es fácil, solo es cuestión de que abras un poco más los ojos mamá. — explique — Creo que ahora sí, lo entiendo. Y también, tenemos la definición de "amor" incorrecta

— Fueron malentendidos, ya lo dije — volvió a repetir

— Si claro, porque venir a pegarte de la nada es un malentendido. Porque, gritarte mientras cocinas también es un malentendido — recordé — Todo eso es amor, es su manera de demostarlo, ¿verdad? — hablé y me di cuenta que ella estaba por decirlo porque se quedó callada

— La conversación se terminó acá — demandó para que me callara aunque ambas sabíamos que eso no iba a funcionar

— Claro, vendate los ojos y pinta tu vida y la casa de rosa, total los demás no van a preguntar si ven todo bien. — ironice — Eso no tiene sentido, termina con él ma

— No es tan fácil

— Habla con Agnes, Mary, o con Owen y conmigo — hablé — Nosotros si sabremos entenderte, principalmente Owen

Parece que ella misma dió la conversación por terminada, cuando salió de mí habitación de un portazo. Se que podía llegar a ser demasiado pesada y molesta, pero era mí mamá. No la iba a dejar sola y mucho menos tranquila, no hasta que se de cuenta de lo que verdaderamente era papá.

Aún así, había algo en mí que no podía creer que haya vuelto a caer antes las tentaciones de mí padre. Después de años de sufrimiento, ella volvía.

Me hace recordar a alguien...