⛧ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟳 ⛧

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𝑳𝒂 𝒄𝒉𝒂𝒓𝒍𝒂

La Charla

T/n Santors

Ninguno de los dos decía o hacía algo. El silencio era bastante incómodo, mi cuerpo estaba tensado y mis pies no se movían. Me miró de arriba a bajo, repasandome con la mirada.

Por favor no hagas eso.

Hice lo mismo, aquel sentimiento de asco, me invadió enseguida. Me acomode el cabello, y la ropa incómoda. Y él no tardó en notarlo.

─ Vas.... radiante ─ Mencionó

No pude evitar poner los ojos en blanco.

─ Eres genial, dando cumplidos

─ Estoy acostumbrados a que me los den, no a darlos ─ Y aquí vamos, con señor ego.

Note claramente como una pequeña sonrisita divertida se formaba en sus labios. Lo miré, y esta se borro

─ Solo... quería saber como estabas ¿Necesitas algo?

Negué lentamente. Aparté la mirada en cuanto él hizo dos pasos hacía mi. A lo que yo, retrocedí.

─ Yo... lo siento, de verás.... muchísimo

Me abracé a mi misma y lo miré, se había vuelto tan fácil de leer. En su rostro había lastima, vergüenza y miedo. ¿De que? No lo sé, pero lo había. 

–– Lo sé, pero.... ¿Por q-que? –– pregunté

Aegan, miro hacía abajo. Me sentí mal en preguntárselo, pero algo dentro de mí necesitaba saber la respuesta. 

–– Porque soy un idiota. –– masculló, levantando la mirada.

Hasta que por fin, se da cuenta!!! Se merece un oscar por reconocerlo la verdad.

–– Mira, se que la cague. Y bastante diría yo. ¿Y sabes cuando me di cuenta? Cuando entre y no pude encontrate. No estabas en tu cuarto, o en el baño. No estabas. Y fue ahí cuando me di cuenta que la cague fuerte. –– hizo una pausa, se paso la mano por el pelo frustrado –– fue cuando me di cuenta, que había perdido a la persona que mas quiero en todo el puto mundo. Se que esto no justifica nada de todo lo que hice. Pero, al menos.. llegué a darme cuenta que te quería y que te quiero... justo cuando te perdí. 

Me quedé boquiabierta, no me había dado cuenta de que estaba reteniendo todo el aire posible. Iba a decir algo, pero él se me adelantó. 

–– No quiero que me perdones, porque yo tampoco lo haría. Solo quiero que sepas que te quiero, y que fui un imbecil por no valorarte hasta el ultimo segundo, y te perdí.  Y no creo que vuelva a poder recuperarte. Y me odio por eso, apague a la hermana de mi mejos amigo, a la chica que vino y me descolocó completamente.  –– se sentó en la cama, dejo sus codos apoyados en sus rodillas descansando su cabeza entre sus manos –– Y te juro, que haría millones de cosas para hacerte brillar de nuevo. Para, verte correr con una sonrisa por el pasillo. Lo que sea. Y si eso implica que me vaya del mundo, lo haría. Todo con tal de verte sonreír de vuelta. –– levantó la mirada, sus ojos grises se encontraron con los míos. 

Sus ojos estaban cristales y rojos, sabía que tenia ganas de llorar pero que no lo haría.  Puede que se haya abierto completamente hacía mí.  Pero llorar delante de alguien que le importaba verdaderamente era un paso muy grande para él. Solo me quede callada, no diría nada y él parecio extremadamente agradecido de que no dijiera nada.

Me agache a su lado, quedando en cuclillas. Coloqué mis manos en sus mejillas, acunando su cara entre mis manos. Por primera vez desde aquello sonreí. Eso pareció aliviarlo, ya que soltó todo el aire que habia estado acumulando. 

–– Tienes razón, eres un idiota. Y te perdonó, pero.... me costará mucho olvidarme de ello, traicionaste mi confianza, y no es algo que se pueda recuperar todos los días. Hiciste que me sienta desconforme conmigo misma, y eso es algo que odio. Y..... no fuiste tú el que me apagó. No te eches toda la culpa del asunto.

Relamio su labio inferior mirándome, sus manos estaban sonre sus piernas, mientras que sus dedos jugaban con el cordón de mi buzo.

–– Lo entiendo, y por eso lo siento. Si me dieras otra oportunidad, te demostraría lo mucho que realmente me importas. Y sí, toda la culpa es mía, fui la principal razón por la cuál te apagaste. Y bueno, luego... la de esa enfermo re mal parido. –– mencionó algo incómodo y enojado.

–– Ya Aegan, no hables así. 

–– Se merece eso y mucho más, no lo defiendas.

–– No lo hago, pero, tampoco hables así. 

–– Sí, si lo haces.

–– No, no lo hago.

–– Ya, ¿Podemos dejar el tema...? Por favor... –– suplicó

Me levanté y quedando delante de él.  Aegan, hizo exactamente lo mismo. Quedando a poco centímetros de mi cuerpo.

–– ¿Abrazo? –– preguntó abriendo sus brazos

Señor quien es usted y que le hizo a Daddy Aegan? Tenemos un impostor entre nosotros.

Aló CSI? Necesitamos a la Detective Santors. Oh, espera... ya esta aquí.  Je je

Entrecerré los ojos, y me acerque desconfiada hacía él. Envolviendo mis brazos en su cadera. El hizo lo mismo, por mi cuello. Su perfume se sentia demasiado bien. 

Había extrañado el olor a su colonia, sentí como su mano bajaba hacia mis muslos. Sonreí sonre su piel, y puse los ojos en blanco.

–– Aegan....

–– Ok, demasiado rápido para ser sexual. Lo entiendo –– su mano volvió hacía la otra volviendome a abrazar.

Después de todo, había arreglado algo de todo mi desastre. Y se siente bien, en partes. Solo... que aquella sensación horrible de insuficiencia sigue allí.  Y hace que me sienta más mal de lo que quiero o debería. 

Sus manos bajaron hacia mi sintura donde me abrazo con más fuerza, me alzó un poco del suelo y comenzó a sacudirme en el aire aún abrazandome.

Solté una pequeña risita y eso pareció alegarlo bastante, por lo que sonrió y beso mi cabello con cariño.

Cαsh, Cαsh, CαshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora