⛧ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟰⛧

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𝟑/𝟒

𝑹𝒆𝒕𝒖𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈....

Returning...

T/n Santors

Nunca creí que mi cuerpo podía cansarse, con tan solo bajar un par de escaleras corriendo. No encontré mi ropa interior, bolso, o el saco. Ni me  queria quedar a buscarlos.

Solo quería salir de allí lo mas rapido posible, mi cuerpo y cabeza dolían, como si me hubieran golpeado varias veces con un bate. Mis mejillas tenían, un rastro de lágrimas secas. Mis ojos estaban rojos, y me dolían. 

Solo tenía mi vestido blanco, con una gran mancha café, en la parte de atrás. Antes de salir me miré en el espejo de la entrada, iba descalza.

Y en mi cachete izquierdo adornaba un BONITO Y GRAN MORETÓN. Pasé mi mano por la zona, e hice una mueca cuando me lo toque y me dolió. 

Eso iba a costar en salir...

Maldije en voz baja, cuando escuche una puerta de arriba abrirse. Así que salí de la casa, camine por el césped bien podado y mojado por culpa del roció. No tenía mi teléfono, pero por el cielo.. creería que son las 05:15 A.M, el cielo tiene un color rosado... por culpa de la neblina.

Había un viento ligeramente, por lo que me abracé a mi misma. Y comence a caminar hacía algun lado.  Las calles estaban vacías, solo había autos y camionetas estacionadas en los cordones o en las partes de adelante.

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Ya estaba bastante cansada, no debí de ir a esa fiesta. No debí tomarme ese vaso, debí irme apenas lo vi allí. Tomar mis cosas y salir corriendo. A todo esto.. ¿Aegan? ¿Donde diablos se había metido toda la noche?

Fue ahí, cuando mi cerebro hizo "clic" y lo recordé durmiendo desnudo con aquella chica rubia. Mi corazón se apretó en mi pecho y seguí abrazada a mí. 

Caminaba por el asfalto caliente, el sol comenzaba a calentar todo lo que se encuentre debajo de él. Incluida yo. Ya deje de abrazarme a mi, apenas apareció el Sol.

Mi escote estaba brillando por culpa del sudor, mis piernas cansadas, pero no podía detenerme. Crucé una calle con cuidado, y camine por el parque, entre los juegos.

Era Domingo, y la gente no trabajaba. Lo que me alegraba de que nadie me vea con estas pintas, y me juzguen y maten con la mirada.

El Campus estaba fuera del centro, iba a ser imposible llegar a pie. Y no tenía dinero, así que solo me quedaba caminar.

Comencé a correr, cuando escuché la sirena de una patrulla de policías. Claro está, que como siempre, no pude ir muy lejos. Por lo que me detuvieron..

Cuando tuve a un muchacho alto, cabello castaño y ojos miel, con su uniforme de policía. Instintivamente su cara no tardó en aparecer.

Las lágrimas, tomaron el control, nublando mi vista. Mi nariz comenzó a picarme y mis manos a temblar y sudar.

Nuevamente me abracé a mi misma, intentando recuperarme un poco más. O intentando tener alguna especie de apoyo, conmigo misma.

─ Señorita... ¿Está bien? ─  aquel chico, apoyo su mano en mi hombro.

Cαsh, Cαsh, CαshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora