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Yoshi sentía sus palpitaciones en los oídos, y pasos con eco acompañando el sonido de la lluvia caer.

— Buenas noches Yoshinori, ¿Me escuchas? —Dijo una voz algo nublada, mientras una luz que identificaba como linterna iluminaba su ojo derecho.

— Y-yo... —Susurró Yoshi confundido.

— Tienes veintiuno, ¿Correcto? —Dijo el chico haciendo señas a otros paramédicos.

— S-sí... yo... m-me duele... mucho. —Logró decir entendiendo que las ambulancias habían llegado.

— Muy bien, ahora vamos a levantarte a la camilla, querido enfermero, sé fuerte y aguanta el dolor. —Dijo mientras ponían una camilla al lado.

— ¿Jihoon? ¿Jihoon, puedes escucharme? —Dijo otra voz desde un tanto más lejos, con aún más eco, mientras Yoshi se mareaba lentamente.

Yoshi intentó escuchar a Jihoon, pero él no respondía.

— ¿Q.T.W? —Dijo una voz desde lo que parecía ser una radio. — Lesiones múltiples, veintidós, veintiuno, en espera. —Dijo la voz de una chica que estaba más lejos.

— Aaaghkk... —Reclamó Yoshi sintiendo otra vez el familiar dolor punzante, mientras se elevaba en el aire.

— Tranquilo... todo está bien, cuenta hasta tres. —Dijo el paramedico más cercano mientras sentía que lo rodeaban de algo.

Yoshi contó mentalmente hasta tres.

Sintió un collar cervical rodear su mentón, y lo levantó sabiendo que ayudaría.

— Lo estás haciendo muy bien, Yoshinori. —Dijo el chico mientras Yoshi volvía a abrir sus ojos.

La lluvia los obligó a cerrarse un tanto, pero podía ver las gotas caer hacia él sin parar, y divisó un rostro. Era alguien no tan joven pero tampoco tan viejo, y se notaba que tenía experiencia. Tenía una chaqueta naranja y un traje impermeable también naranja con gorro de  de plástico, esos que eran para días lluviosos.

Yoshi volvió a cerrar sus ojos, y volvió a sentir que lo levantaban, pero más alto, sin producirle ningún dolor extra. Otra vez comenzaba a escuchar con eco los pasos, los pasos que bajaban escalones, y luces rojas y azules en movimiento invadiendo sus párpados.

Luego de unos segundos, luces blancas se adueñaron de su vista, y ya podía abrir sus ojos sin sentir más agua, pero la energía se le había ido, las palpitaciones volvían a sentirse en sus oídos, y el eco aumentaba cada vez más, mientras que el frío le hacía sufrir cada segundo más.

— Muy bien Yoshinori, ¿Cuál es tu comida favorita? —Preguntó una chica a su izquierda.

¿Comida favorita? Fácil... iban a anestesiarlo.

Sintió algo en su rostro, y respirar le resultó más fácil, pero seguía perdiendo energía, y cada segundo tenía menos ganas de respirar.

— Y-yo... no... —Murmuró cerrando sus ojos lentamente mientras la chica esperaba a que se durmiera.

your silhouette - yoshidam | sukhoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora