Todo es tan caótico
-¿Disculpa?-¡Levante las manos si no quiere que le pegue un puto tiro!
Era la tercera vez esta semana, estaba empezando a enfadarse.
Gustabo había comenzado el día terriblemente, un tiroteo se empezó cerca de su casa y eso no le permitió echar una siesta.
Además de que su enojo por el reemplazo de ayer le había puesto una muy mala cara.
Lo habían atracado ya 2 veces antes, para un badulaque lo habían secuestrado y para otro simplemente le quitaron 500 pavos.Lo hicieron subir a un auto que a su parecer era muy lujoso, sin decir ni una palabra desde que subió al auto se vió obligado a darle su móvil al secuestrador.
De todas formas, ¿A quien podría llamar?
Era la forma mas insoportable de demostrarle a un policía, que fuera de servicio no era nadie. La forma mas insoportable de demostrarle a Gustabo que el no era nadie.
Entró al badulaque rápidamente con las manos levantadas, siendo apuntado por un arma. Dentro de este habían 2 personas mas; Un chico joven y una mujer de pelos rosados.
Se sentó al igual que los demás rehenes y colocó ambas manos en su nuca, solo un suspiro fue lo que salió de sus labios.
"Se supone que debería estar trabajando, debería detener a estos imbéciles, debería encerrarlos"
Lo pensó, pues nunca lo diría en voz alta. ¿Y si lo mataban?
. . .
Bueno, a ver.
Llegaron 3 policías que la verdad no había visto en su puta vida, tal vez unos alumnos de mierda o compañeros que jamás se digno a mirar a los ojos. Últimamente entraba mucho novato al cuerpo de policía, mucho novato sin puta idea de mandar siquiera una ubicación.
El atraco procedió normalmente, de vez en cuando Gustabo insultaba por lo bajo lo mal que se llevaban las negociaciones. . .
"¿Un rehén por quitar pinchos y 2 segundos? ¡Vete a tomar por culo!"
Gruñó por lo bajo, el día ya estába completamente arruinado.
Por fin luego de unas tediosas horas de cachondeo, insultos y malas negociaciones pudó salir de aquel infierno agobiante de 4 paredes.
Al parecer, un policía que tenía muy buen ojo había reconocido a Gustabo fácilmente.La próxima debía ser mas cauteloso al parecer.
-Hombre, ¡agente Gustabo! Por lo que veo estuvo de rehén en el atraco.
Volteó los ojos con molestia y lleno de ironía suspiró. Odiaba los comentarios estúpidos, eran simplemente...
¿Estupidos?
-Felicidades, con tus impresionantes observaciones hasta podrías entrar a la policía.
No esperó respuesta alguna y solo se limitó a abandonar el lugar lo mas rápido posible, encaminándose hasta comisaria donde empezaría su apestoso día.

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Depresso
أدب الهواةGustabo García esta deprimido. Solo sus recuerdos y pesadillas son testigos del vacío futuro que le depara. (FINALIZADA)