Pasado y traición
Había sido desechado, sus padres solo se... ¿Fueron?¿A donde? Se habían olvidado de el. Se iban a preocupar mucho si no lo encontraban...
Tenía frio, solo tenía encima una camisa de algodón que le había comprado su madre para Navidad y unos pantalones holgados que le dieron para año nuevo.
Pasaron unas semanas de ese suceso y empezó a creer que no volverían a por el.
Pero algo que Gustabo tenía en ese instante era fe, esperanza y amor.Se encontraba caminando por las calles vacias de la vieja ciudad, sus ojos llenos de lagañas y sus pies llenos de tierra. Sus labios violetas por el frio, solo podía abrigarse con un mantel que encontró tirado en el contenedor de basura.
Mientras iba pidiendo monedas para comprar un pan, escuchó unos gemidos débiles detrás de unas cajas. Se sobresaltó y caminó torpemente hacia la fuente del sonido.
Sus ojos se deleitaron, llenaron de alegria y algo de pena al ver un pequeño gatito color negro al cual le faltaba parte de su orejita derecha y su nariz color pastel estaba llena de moco.
-¡Gatito!
El peludo al oir la voz del pequeño, se levantó e hizó el esfuerzo para correr sin obtener resultado.
Gustabo se acercó cuidadosamente al gato y tomó su cara delicadamente, observando sus heridas.Este no se quejó, se quedó inmóvil sin corresponder a las caricias, estaba muy débil.
El de ojos azules se apresuró para quitarse la manta de los hombros y ponerlo encima del animal. Sentía frio pero para gustabo lo único que importaba era proteger a los demás, a todo y a todos.El gato parecía mas calmado, no tiritaba mas, solo algún escalofrío.
-Las noches son frías, ¿Verdad? —Le habló al de bigotes con una sonrisa llena de ternura
Gustabo García había hecho un nuevo amigo.
Gustabo García estaba feliz.Pasaron los días. Cada uno mas terrible que el anterior, Gustabo lograba conseguir monedas de personas apenadas que transitaban apurados las amplias calles de Washigton. Y el gato, el cual Gustabo había llamado "gato" robaba panes y papitas que caían al suelo, así ambos podían sobrevivir al resto de la cruda temporada.
Era una tarde bastante soleada, Gustabo no sentía frio y Gato tampoco. Ambos comían del mismo piso donde encontraron un paquete de donas, algo derretidas pero sabían bien.
Hasta que, gustabo pudó sentir como alguien lo observaba en la esquina de la calle.
De este lugar, se asomó un pequeño niño moreno, flaco y bien peinado.
Ambos intercambiaron miradas curiosas sin saber bien que pasaba con cada uno.
El niño tenía el pelo marrón, ojos color miel y un hermoso traje de marinero.-Hola, soy Luca. —Le extendió la mano con una sonrisa que se volvió contagiosa. Luca se arrodilló junto a el.
-¿Porque comes de la basura? —Preguntó sinceramente
-Porque no tengo comida.
Se sorprendió, no había visto a nadie en sus pocos años de vida que no tuviera comida, cosas de ricos, supuso el rubio. Ninguno de los dos supo como terminaron siendo prácticamente inseparables.
Así pasó el tiempo, todos los días sin falta Luca y Gustabo pasaban el tiempo juntos, poco a poco Gato tambien se iba uniendo al duo.
A Luca no le gustaba Gato, era alérgico a su pelaje así que siempre se mantenía alejado de el. A veces Luca llegaba con mas niños igual de bien portados como el, otros días lo acompañaba su madre y a veces venía solo.
Gustabo solo lo recibía en el mismo callejón con Gato. Gracias a Luca el se alimentaba mas ya que el niño le llevaba postres caseros y pan crujiente.
Uno de esos días Gustabo estaba buscando monedas por la calle, había dejado a Gato descansando en el callejón pues temía que algo le pasara. No era un día de suerte, nadie le dio ni un pan duro. Bostezó, hacía mucho calor y eso le daba sueño. Llego con las manos vacias.
Llegó al callejón y en el, detrás de unas paredes, se oían risas diminutas, las reconoció al instante porque eran de Luca y sus compañeros de colegio que siempre iban a visitarlo.
Se alegró de oir sus voces, ellos siempre lo ponían de buen humor por lo que corrió hacia ellos exclamando sus nombres.Pero. . .No fue una grata sorpresa lo que presenció.
-¿Luca? —Todos los niños se quedaron inmóviles, clavaron sus miradas rápidamente en Gustabo, no esperaban su llegada.
La escena fue traumática, los chicos estaban agachados con un palo en la mano y Luca llevaba otro mas grande.
Y Gato. . .El cuerpo del felino estaba teñido de rojo, el piso se extendía del mismo color y Luca; Luca se estaba riendo como si lo que hubiera pasado fuese una travesura y sus dedos no estuvieran salpicados por pequeñas y espesas gotas de sangre.
Era sangre, la primera vez que Gustabo veía algo como eso, completamente aterrador.
-¡¿Que hicieron?! ¿¡Porque lo hicieron!? —Era todo tan confuso para Gustabo García, no comprendía lo que era la traición.
Los niños empezaron a reir a carcajadas, les causaba risa el rostro de Gustabo, asustado, indefenso. Les parecía de alguna manera tan gracioso el ver como las manos de el pequeño Gustabo temblaban al igual que sus ojos, que ahora estaban humedecidos. Para el rubio ellos eran tan cercanos, tan buenos, parecían tan amables.
Pero, las personas buenas pueden hacer cosas malas.
¿Que haría Gustabo García al final de todo?
¿Correr?
¿Pelear?
¿Llorar?¿Rogar?
No fue la primera vez que Gustabo García derramó una lágrima, pero fue la primera vez en su vida en la que sintió aquel dolor.
End
Episode III

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Depresso
FanfictionGustabo García esta deprimido. Solo sus recuerdos y pesadillas son testigos del vacío futuro que le depara. (FINALIZADA)