Depresso

🎀

Oh- oh. . .

Gustabo García no se atrevió a mirarlo a los ojos. Se sintió cobarde, egoísta, cruel.
¿Pero que importaba ya?
Ya no quedaba nada en su voz, en su sonrisa y en sus ojos.
Si no saltaba, ¿que haría entonces?
Vivir en completa ansiedad temiendole al pasado y a lo que le depare el futuro, eso no sonaba bien para Gustabo García.

Las personas que se sientan en el borde gris y balancean sus pies, que son como Gustabo.
Tienen la opción de saltar al vacío o huir en busca de algo.
El problema es que Gustabo ya no tenía ese algo que buscar.

Asi que saltó al vacío.

-¡No! . . . ¡Matthew! —Conway se abalanzó contra la barandilla en un intento de atrapar algo que no quiere ser salvado. Estirando su brazo hasta un cuerpo que ya estaba demasiado lejos.
Hacia abajo.
Cayendo rápidamente.

Mientras tanto, Gustabo ve la famosa vida a través de sus ojos. Ve a su madre, a Gato y a Lucas. Ve a los niños que lo molestaban en el Instituto, a la niña que algúna vez coqueteó con el. Ve a Pablito, Emilio y Rogelio y se lamenta de jamas haberlos ayudado.
Ve a Horacio; su primer amor y a la vez un desconocido. Gustabo inmediatamente se arrepiente de haberle conocido.
   Luego ve a Segismundo; una luz en vida que alumbró al menos un poco de la suya, definitivamente lo extrañaría demasiado si se quedaba.
   Ve a Conway al igual que lo hizo hace unos minutos; un hombre que le había hecho tanto daño pero también le dió una generosa porcion de su corazón y le permitió entrar nuevamente en el. Gustabo se lamentó por dejarlo sólo, no quería causarle mas dolor.

Es entonces cuando el asfalto contacta con su cuerpo y Gustabo deja de existir en vida.

. . .

Su cuerpo está inmerso en oscuridad y no puede moverse.
Ya no se inmuta, sabe que es otra de sus pesadillas.
Aparece Julia con su colorado cabello y ojos azules que brillan ante la negrura.
Pero de pronto algo se siente diferente, el cuerpo de Gustabo se relaja y Juliá lo observa.
Julia tiene una mueca triste y nostalgica.

- Mi hijo, ¿por qué lo haz hecho?

- Yo. . . Lo siento, no tenía razon para quedarme.

- ¿Crees que tomaste la decisión correcta?

- Por primera vez creo que sí.

- Ya lo veo. . .

-¿Acaso estas enfadada conmigo, madre?

- Por supuesto que no, mi angel, por supuesto que no. —La pelirroja extiende sus brazos y le sonríe aun nostálgica.
Los ojos de Gustabo se llenan de brillo, un brillo que jamas pensó seria capaz de tener otra vez.

Corrió y esta vez nada ni nadie se interpuso.
Finalmente, a los brazos de su madre.
Las lágrimas brotaron con otro tipo de intención, ya no mas tristeza.

- . . .Te extrañe tanto. —Los brazos de la madre rodearon el cuerpo mas pequeño y en un movimiento lento y muy sutil, ambos desaparecieron entre la negrura.
No todo salió como estaba pensado, Gustabo no pudo tener la vida lujosa y soñada que alguna vez le planteó a un amigo lejano.
Tampoco pudo tener la vida feliz que le prometieron aquella vez en el psicologo infantil.
Pero el Gustabo gris decidió su camino, al menos no se consumió en el borde.

"Finalmente"
"Finalmente paz"
"Gracias"

E N D   ♡