Depresso

XXI

¿Como era antes?

Gustabo García extrañaba su vida, su vida antes de esa ciudad.
No digo que su vida antes haya sido una maravilla, claro que no, pero era diferente.

Existe esta mítica y sobrevalorada frase que todos conocemos:

"No eres consciente de lo que tienes hasta que lo pierdes"

Bueno, Gustabo vivió esa frase en carne propia.

Todo sucedió muy rápidamente, lo suficientemente rápido como para que ese chico de ojos azules y tez pálida perdiera todo rastro de viveza en su interior.

Esa ciudad lo había asesinado, no literalmente, creo.

Al poner un pie en Los Santos
Al poner un pie en comisaria
Al poner un pie en la vida de ellos

Se condenó. Una cadena perpetua.

A Gustabo le carcomía el pasado y mas le carcomía no haberlo dejado como estaba.

Muchas personas tienen ese pensamiento demoledor que no son capaces de explicar con palabras, un sentimiento de dependencia al pasado.

Como cuando en el instituto comienzas a reprobar cada examen que tocas, cuando antes eras el mejor de la clase.
Ese sentimiento intrusivo de sentir que todo era mucho mejor antes.

ESE sentimiento acosaba a Gustabo García, extrañaba cuando solía llamarse Matthew y su vida iba encaminada a ser un sueño.
Antes de dejar de ser amado a los ojos de su padre
Antes de dejar de ser visto con amor en su propia casa

Y le costaba decirlo pero. . .

Antes de conocer a Horacio.

Sin embargo el fue un pilar importante para mantener con vida a Gustabo, aunque tambien lo fue para arrebatarsela.

Gustabo García se encontraba recostado en el sofá de la casa de Segismundo mientras este preparaba un cafe en la cocina.
La TV encendida presentando un reality show y las piernas del rubio encima de la pequeña mesa ratona a su costado.

El gallego se acerca a el con la vista centrada en las tazas y en su pésimo pulso.

- ¡Oye! ¿Que te he dicho de poner los pies encima de la mesa? Gilipollas.

Apoya las bebidas cerca suya y con un pellizco aparta el cuerpo de Gustabo, se sienta casi pegado a su amigo y fija sus ojos ahora en la televisión.

- Oye Segis.

- ¿Hmm?

-¿Extrañas tu vida antes?

- ¿Antes?

- Si, antes de estar aquí.

- Pues la verdad extraño mi cama, es mejor que estar sentado aquí con un sopla pollas. —Rió gracias a su propio comentario.