VI

785 74 9
                                    

No puedo entenderlo

-¿Como?

Parpadeó con incredulidad, de seguro una broma de mal gusto.
Pero Horacio no parecía estar bromeando, su cara no lo indicaba, solo esperaba impaciente las felicitaciones con orgullo.

Como si de verdad fuera algo bueno.

-Estas de coña, ¿verdad? —Sonrió con seguridad, pidiendo por dentro que sea mentira.

-Que no que no, hasta le dije que podía traer vodka.—Peinó su cresta con sus dedos alardeando su maravillosa jugada, mientras tanto, Gustabo estaba por cometer un crimen de odio.

Pero, ¿por que enojarse? ¿por que debería hacerlo?.

-Ostia pues. . .Ahora mismo estoy en "shock."—Si que lo estaba.

-Felicidades coño, ya eres todo un galan.

Lo presumió como una madre a su hijo en su baile de graduación, luego de bailar con la chica guapa.
Horacio solo se acercó a Gustabo y se dejó caer en sus brazos en un cálido y fuerte abrazo que duró apenas unos segundos pero al mismo tiempo una eternidad.

Aquellos abrazos que anhelaba cada noche y esperaba cada día, que recibía con tanta ilusión y jamás lo defraudaban, que lo hacian sentir tan cómodo.
Pero no podía comprender, lo intentaba de verdad.

«¿Por que no a el? »

Esa pregunta le generaba mas caos a su ya caótica mente, no esperaba nunca hacerla. Y menos si se trataba de su mejor amigo, su casi hermano, su compañero.

¿Había hecho algo mal?

«Tal vez no era lo suficientemente atractivo para merecerlo.

Tal vez tendría que haberle dado mas.

Tal vez debía haberle expresado lo que sentía mucho antes.

Tal vez no era suficiente para el.

Tal vez tal vez
tal vez tal vez
tal vez tal vez»

-¿Gustabo?

El abrazo había finalizado hace ya un rato y habían transcurrido tan solo unos minutos donde Horacio se encontraba hablando completamente solo.
Agito su mano en el rostro del rubio que se encontraba petrificado.
Su mente seguia divagando.

«¿Y si solo estaba sacando las cosas de contexto?
Tal vez no era mas que una cena entre compañeros.
Tal vez Volkov no sienta nada por el.
Tal vez lo recháce»

Golpeó su rostro mentalmente, estaba siendo tan egoísta, solo por unos sentimientos que ni siquiera sabia si eran reales. Pero que importaba ya, lo estaba perdiendo.
Gustabo reaccionó por fin cuando un golpe rápido estacionó sobre su mejilla. Sacudió su cabeza confundido.

-¡Gustabo coño! ¡Casi me das un paro! —Tampoco era para tanto, solo se había desconectado unos segundos de mas.

-Perdón, es que todavía me duele la cabeza de ayer.

DepressoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora