Capítulo 14

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CAPÍTULO 14

[T.K]

LILITH

El clima de Fordel era nublado y un poco frío, aun estando dentro del auto el aire entraba causando que mi piel se tensara y sintiera escalofríos. Debí hacerle caso a mi conciencia cuando me dijo que era mejor ponerme un abrigo para el día.

Pero yo no obedezco ni a mí misma.

Pero te amo conciencia. Aún que a veces me caes mal, llevamos un amor odio no lo puedo negar.

Reí por las estupideces que pensaba mientras conducía.

Había decidido ir a casa de Lis para ver cómo sigue después de todo lo que le pasó hace unos días. La venía a visitar tres veces a la semana, pero cuando ocurrió su secuestro no quería ver a nadie y terminaba corriéndome de su departamento.

Pero es hora de que deje su capricho y hablar.

Y si, había vuelto a romper las reglas de los Kast, pero que se jodan, es más importante mi amiga.

Ahora había escapado por la puerta trasera y nadie me había visto, realmente nisiquiera sabía si había alguien en la mansión porque no se veían ni escuchaban rastros de los tres, a veces son muy raros.

Con los cinco meses que he pasado en la mansión ya me he acostumbrado a él gran silencio.

Nose cuánto tiempo paso pero yo ya estaba frente a la puerta de su departamento, estaba apunto de tocarla pero está se abrió de inmediato dejándome ver a un castaño salir de ahí.

—Lilith—saludo.

—Connor— le dije y me paso a un lado para irse, y es ahí cuando reaccioné.

—Un momento, ¿que haces tú aquí?—él se detuvo de inmediato.

—Vine a visitar a Lis—me dijo como si fuera lo más normal del mundo.

—¿Qué pretendes con ella?

—Nada, solo estamos conociéndonos.

—¿Enserio?

—Mjuu.

Enarqué una ceja y él suspiro.

—Lis me parece una chica muy atractiva, ¿si?, Admito que tengo una mala reputación con las chicas que he salido, pero eso ya me aburrió, ¿sabes?, me canse de no tener algo estable con alguien y talvez pueda intentarlo con ella, no lo sé, con ella es diferente.

Se veía bastante decidido y seguro con lo que decía, él es un Kast, ¿que se puede esperar de ellos?

—Si le haces daño juro que te corto los huevos—amenacé.

El río y alzó las manos en señal de rendición.

—Advertido. Nos vemos en la mansión.

—Adiós.

Fue lo único que dije para luego entrar al departamento, pude visualizar a Lis en uno de los sofás viendo televisión.

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