Capítulo 43

20.6K 1.4K 569
                                    


CAPÍTULO 43

[Plan de venganza 2]

Maratón final (3/4)

AAMON

Tiempo atrás..

Sangre. El líquido espeso color carmesí escurría en la tierra del bosque y salpicaba nuestros rostros mientras mutilabamos a la persona que habíamos elegido como víctima.

Hace ya mucho que no salía con mis hermanos a hacer esta actividad macabra para muchas personas y divertida para nosotros tres.

Esta semana había sido estresante tanto para mí como para ellos y salir a matar a personas de algún modo retorcido me hacía quitar un gran peso de encima.

No estaba bien de la cabeza.

Pero digamos que no me importa en lo absoluto, mi locura no es algo con lo que me avergüenza, al contrario me satisface tenerla y así de alguna manera poder vivir esta vida.

No es fácil para ninguno de los tres tener que vivir con tantas cosas en la cabeza y matar es la única manera de hacernos sentir vivos, aunque suene retorcido y lo es, así son las cosas desde que mis padres murieron.

Volteé a ver a uno de mis hermanos, Adriel, miraba la escena con tanto detenimiento que parecía que estuviese debatiendo mentalmente su próximo ataque con la voz de su cabeza.

Para Adriel no ha sido nada fácil como llevamos nuestras vidas después de que todo se saliera de control con las mismas.

Lo observé como si hace unas horas no hubiese tenido un ataque de depresión e intentará terminar con su vida.

Por suerte llegué a tiempo a su habitación antes de que pudiese hacer lo que tenía en mente.

No necesitaba otra perdida. No. Nunca más.

Adriel tenía esquizofrenia y si se pregunta si su vida no pudo ser normal les diría que no siempre fue así.

Adriel era el mejor de su escuela, tenía buenas calificaciones y mis padres siempre se enorgullecían de él, él era más apegado a ellos, mantenían más comunicación, siempre decía que tenía a los mejores padres del mundo y que tenía a la familia perfecta. Hasta que una navidad se lo arrebataron, nos los arrebataron.

Después de eso, todo se complicó más cuando cumplió los 18 años y empezó a escuchar cosas irreales, imaginaba a personas y tenía alucinaciones.

Él no era de las personas que se mantenían encerrados siempre en su habitación, hace años a él solo le gustaba salir a fiestas y darle a lo primero que se moviera siendo menor de edad. Era alguien extrovertido, hasta incluso llegaba a ser molestó cada vez que encontraba a una chica diferente en la mansión y cada vez que llegaba borracho. Era su hermano mayor pero no podía prohibirle nada, era su vida y yo no me metía, no podía ni controlar la mía, no hubiese podido con la suya tampoco.

Todo eso fue antes de que él cayera en depresión y empezará a alegarse de todos. Hubo un tiempo dónde todo empeoró para él y nosotros, tanto que no tuve de otra que internarlo en un psiquiátrico.

Lo saqué de ese lugar cuando ya podía controlarse un poco. Los medicamentos lo ayudan aunque al principio fue difícil que él dejará el vicio con el alcohol y se enfocará en sus medicinas.

INFIERNO PERFECTO © ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora