Capítulo 6

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Capítulo 6

[Qué comience el juego]

LILITH

Dos semanas han pasado ya desde que me mudé a la casa de los Kast, aunque ha sido raro verlos todos los días, me he estado acostumbrando, también he estado viendo muy detalladamente el comportamiento de cada uno a su alrededor.

Abel es él más atento conmigo, los últimos días ha estado curando de mis heridas en el rostro, aunque éstas ya han sanado, él insistía en seguir atento con ellas, también ha sido muy abierto verbalmente, me ha contado muchas cosas de su pasado y él motivo de sus cicatrices, aunque su historia me ha removido dentro, estaba feliz de que vengará cada una de ellas.

Por otro lado estaba Adriel, he descubierto en estos días que no es muy comunicativo con sus hermanos ni mucho menos conmigo, que prefiere guardar sus cosas solo para él. Nos hemos topado muchas veces por los pasillos y cocina de la casa, cuando yo hacia la iniciativa de hablarle esté me ignoraba o veía a otro lugar que no fuera mi rostro, las únicas veces que hemos hablado han sido en la cocina. Esa vez estaba tratando de cocinar algo.

— ¿Estás segura que sabes lo que haces? — preguntó Adriel que me veía, estaba recargado a la pared con las manos en los bolsillos.

Estaba apunto de cocinar, bueno, hacer el intento de eso.

— Segurísima — dije mezclando todos los ingredientes que había visto en la receta para hacer hotcakes con la batidora.

Cuando la mezcla estaba lista vacíe un poco al sartén, espere y espere con la mirada encima de Adriel en mí, pero la mezcla no se cocinaba, ¿Qué había hecho mal? Estaba empezando a dudar de lo que estaba haciendo.

— ¿En serio? — preguntó con un poco de diversión en su voz.

¿Qué era tan divertido?

— Sip.

Se despegó de la pared y por un segundo pensé que se iba a ir de la cocina dejándome ahí con la mezcla que aún no se cocinaba, pero había pensado mal.

Se me fue la respiración cuando sentí un cuerpo precionándose contra mi espalda, duro, cálido y mucho más ancho que el mío, y poso una mano en mi cintura, extendió su otra mano y con su dedo presionó un botón de la estufa eléctrica y está se prendió.

— Creo que se te olvidó encenderla — susurro en mi oreja haciendo que mi cuerpo se tensara.

Su calidez y el tacto en mi cintura desparecieron luego de susurrar eso.

— Y te faltó la mantequilla — volvió hablar y yo volteé para verlo, pero solo pude ver su espalda mientras se alejaba de la cocina hasta desaparecer de mi vista.

Había quedado como una gran tonta.

Al final opté por tirar la mezcla a la basura y calentar la pizza congelada que yacía en el refrigerador.

Eso había pasado hace un día, después de eso no hemos vuelto a hablar.

Y Aamon, Aamon es un caso perdido,puedo notar que de los tres es él más arrogante y egocéntrico, desde él día que intento sacarme el significado sobre el tatuaje no me ha vuelto a hablar, nos hemos visto también en los pasillos y cocina, pero él me ignora totalmente, la mayoría de tiempo se la pasa en él bar, atendiendo sus negocios, quiero pensar que es eso, pero no se puede esperar nada de él.

Ahora nos encontrábamos los cuatro en la misma mesa en un gran silencio, a mi lado estaba Abel, frente a mí Adriel y a lado de esté estaba Aamon, todos estábamos ocupados comiendo, mi estómago estaba encantado de la comida que ingería.

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