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Capítulo 32

CAPÍTULO 32

[Apuesta]

LILITH

Nunca en mi vida había estado en un casino antes. Y esque era tan grande y magnífico que no podía dejar de ver el lugar y toda la decoración. Ya hasta parecía una loca.

El casino dónde ahora nos encontramos era muy llamativo y escandaloso por dentro. Cuentan no sólo con juegos de mesa donde las personas realizan sus apuestas, si no que el espacio interior de un casino está amoblado con numerosísimas máquinas de juego que ofrecen diferentes opciones a quienes disfrutan de tales opciones. Al mismo tiempo, el casino está decorado con luces de neón, espectaculares diseños y gran lujo a modo de atraer la atención de cualquiera que pise este lugar.

Cómo por ejemplo mi atención.

Habían personas hablando, otras tomando de las bebidas alcohólicas que el casino ofrece y la mayoría apostando su dinero en juegos que nunca en la vida logré entender como se juegan.

Yo solo me dedicaba a observar como Connor jugaba y apostaba en el poker con más personas desconocidas. No entendía en que consistía el juego pues nunca en la vida lo he jugado, solo podía ver cómo los jugadores incluyendo a Connor hacían una apuesta inicial, colocando algunas de sus fichas en el centro de la mesa.

Otra persona distribuye las cartas a los jugadores. Ellos miran sus cartas nose que sigue después pero entonces con una sonrisa Connor incrementa la apuesta con nuevas fichas que pone en el centro junto con las demás. Algunos de los jugadores igualan el número de la apuesta y otras abandonan el juego descartando sus cartas y abandonando las fichas que previamente pagaron.

No sigo poniendo atención a lo que sigue del juego porque alguien pone delicadamente su mano en mi cintura haciendo que yo me sorprenda y pegue un pequeño brinco por ese acto.

-No fue mi intención asustarla-inquirió el hombre que se posicionó a mi lado alejando la mano de mi cintura con amabilidad viendo el juego que hace unos momentos deje de prestarle atención.

-Pero lo hizo, no es apropiado que toque el cuerpo de una persona totalmente desconocida sin su consentimiento-recriminé.

-Oh, My lady, una disculpa de mi parte no quería causar una mala impresión.

Es ahí cuando pude fijarme bien de su rostro y como iba vestido. Sus ojos verdes me veían suplicando una disculpa por lo que había dicho. Su rubio cabello desordenado se pegaba a su blanca frente. Y no quitaba esa sonrisa mientras lo veía. Iba vestido con una sudadera negra, no podía pasar desapercibido con en su cuello tenía algunos tatuajes. Por último llevaba unos pantalones negros y zapatos del mismo color.

Era atractivo.

Pero no tan atractivo como ellos.

Un momento.

Rubio como Abel.

Con tatuajes como Aamon.

Y con ropa negra como Adriel.

Joder, es una combinación de los tres.

Por inercia le sonreí.

-Lo siento pero no soy your Lady, pero te perdonaré lo primero.

Su sonrisa se ensanchó más.

-Genial, empecemos de nuevo entonces, soy Dorian Jones y me parece verla muy sola está noche.

-Dorian-repetí saboreando el nombre en mi boca-, soy Lilith Kahler y estoy con un amigo, él está jugando-señalé a Connor que estaba concentradicimo en su juego y no perder todo el dineral que apostó.