Capítulo 23

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CAPÍTULO 23

[Recaída]

LILITH

El agua se estrella contra los cristales y contemplo fascinada los garabatos que en ellos dibuja la lluvia sesgada por el viento. Estoy asomada a la ventana, sigo sin acostumbrarme a mirar esa muralla de agua interpuesta entre mis ojos y las cosas que convierte al mundo en un paisaje difícil de precisar. Oigo con nitidez su golpeteo acompasado contra el cristal, sin embargo, percibo un extraño distanciamiento con la realidad. Es como si me encontrara en un país desconocido al que me hubieran arrojado. Todo me sorprende con su presencia y me es extraño este olor a tierra mojada. Quién sabe si el lugar al que he sido arrojado es un país de mentira.

ha llovido ininterrumpidamente desde primeras horas de la mañana. Llueve con fuerza y sigo en la ventana hipnotizada por esas gotas cayendo de esas nubes oscuras olvidandome completamente de mi realidad. Sin duda no hay nada más hermoso que un día lluvioso.

Me dedicó a observar la lluvia ya que no tengo nada más que hacer, bueno, talvez si tengo cosas que hacer, pero lo que no tengo es ganas de hacerlo. Frunzo mi ceño porque me enrede con lo que dije. En fin, este día me encuentro sola en la mansión ya que los Kast se han ido y me han dejado sola. Cuando me desperté ya no había nadie y lo único que encontré fue una nota con una caligrafía demasiado perfecta que decía que irían al aeropuerto a traer a Connor que de nuevo venía de visita.

De seguro Lis se va a a poner como una loca al enterarse que su ser amado viene de nuevo a Fordel, ya me he preparado mentalmente cuando pegue sus gritos que te rompen los tímpanos de la emoción.

Pero no estoy completamente sola, me acompaña Hela que en estos momentos seguro anda rondando por toda la mansión como si fuese dueña de todo ésto. No la juzgo, si fuera ella también me hiciera pipí en cualquier rincón de la mansión que encontrará. Aamon se cabrea cuando Hela hace eso pero yo solo lo ignoro diciendo que se le pasará como siempre lo hace.

En cambio Abel se ha comportado muy cariñoso con Hela estos días, hasta podría decir que ha tomado un poco de cariño por ella en tan poco tiempo y también podría decir que el Kast favorito de Hela es Abel ya que el ha estado atento con ella desde que la traje a la mansión. Con Adriel y Aamon es diferente. Aamon siempre se anda quejando de ella y Adriel la ignora como si no existiese, es algo con lo que se tendrá que acostumbrar.

Me alejó de la ventana para ir en busca de Hela que no tengo idea en qué lugar está. La llamó y por suerte me responde con un ladrido pequeño que me resulta tierno. Voy hasta la dirección donde provenía su sonido recorriendo los pasillos y la encuentro frente a una puerta que no había visto en el tiempo que me he quedado aquí.

Hela se encuentra ladrando esa puerta lo que me resulta extraño. Frunciendo mi ceño intento abrir la puerta pero está se encuentra con llave, así que uso una técnica que me enseñaron y con un pendiente de cabello abrí la puerta feliz de haberlo hecho. Camino hacia dentro con Hela detrás mío porque al igual que yo es muy curiosa.

Las paredes son blancas al igual que toda la mansión pero estás se encuentran un poco sucias de el polvo, se ve que no asean por un largo tiempo está habitación y apesta horrible. Dentro casi no hay nada más que un buró y una sola cama pero lo que me extraña es el gran bulto con una sábana negra que se ve en ésta.

Me decido por ir al buró primero donde me llama la atención unas fotografías. Tomó la primera dónde se encuentran cinco personas, dos adultos y tres niños pequeños viéndose felices, todos están sonriendo en esta foto y me preguntó que habrá pasado con los padres de los Kast porque llegó a la conclusión de que en la foto se encuentra la familia Kast. Acercó más la fotografía para ver al señor, al padre de ellos, me quiebro la cabeza tratando de recordar algo, su rostro me resulta familiar al igual que la de su esposa solo que no logro acordarme de dónde.

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