° Ángel Cruel °

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Eso ojos que matan por dentro
Y que aparecen en todos mis sueños
Como un ángel llegas tu a mi vida
Son tus labios
Mi cruel medicina

°

"Tengo que hablar con él, no quiero ser el tipo de persona que solo usa a los demás y ni siquiera es buena para dar la cara después.", su mente no paraba de recordarle lo mala persona que era, y tampoco Itachi; su bandeja de entrada estaba llena de mensajes de texto, audios, llamadas perdidas y videollamadas desviadas de su mejor amigo. Valiente amigo.

No podía no ir a la escuela, necesitaba mantener su asistencia perfecta o sus padres la matarían.

—Hola, cariño. ¿Ya estás lista? —preguntó su madre al verla descender de las escaleras.

—Si, solo busco mis lentes y me voy. —respondió moviendo algunas cosas que se encontraban encima de la mesa y de la vitrina junto, casi siempre los dejaba por ahí después de hacer tarea— ¿Necesitas que traiga algo de regreso?

La mujer negó y extendió los lentes de su hija, los cuales estaban sobre la lavadora: —Solo regresa a tiempo, ¿si? Prepararé paella y quiero que seas la primera en probarla.

—Tú y tus recetas de Facebook. —rio con ternura— Bien, regresaré a tiempo. ¿Algo más?

—Si, dos cosas: tu almuerzo está sobre el sillón junto a la puerta y me gustaría que trajeras a Itachi y Sasuke contigo para que también la prueben, ¿si? 

"Maldición".

—¿Por qué tienen que ser ellos? Puedo pedirle a Ino que venga. —intentó hacerla cambiar de opinión.

—Hija, los chicos son nuestra familia, ellos siempre están aquí para probar mis nuevas recetas. —explicó mientras secaba trastes— Si quieres invitar a alguien más adelante, pero ellos vienen, ¿entendido?

"Hasta pareciera que a quién le gustan es a ti", pensó evitando mostrar una expresión de repudio.

—Nos vemos, ma.

Cruzaba los dedos para no toparse con ninguno, aún no estaba preparada emocionalmente para enfrentarlos y no quería arriesgarse a que las emociones le ganaran y dijera o hiciera algo de lo cual podía arrepentirse después.

—No tengo clase en común con ellos hasta después de las once. —pensaba en voz alta— Pero en esa clase también están Temari y Tenten, así que puedo refugiarme con ellas y evitarlos hasta el final del día, así solo les diré que mi madre los invita a comer y me voy sola. —chasqueó la lengua satisfecha— ¡Si, eso funcionará!

Tenía todo arreglado perfectamente, nada podía salir mal y eso mejoró su humor. Al llegar a la escuela saludó a algunos compañeros, intercambió respuestas de una tarea y compró un café de vainilla.

—Buenos días, hermosas personitas. —saludó al entrar al salón.

—Alguien está de buenas esta mañana. —comentó con sospechas Tenten.

—¡Pues claro! Con semejantes besos que se dio ayer con Sasuke cualquiera estaría feliz. —respondió Temari mirando a su amiga para apreciar su reacción— ¿Verdad, Saku?

"¡No! La mañana iba tan bien..."

—Pff, nada que ver.

—Aja, bueno. ¿Trajiste algún mapa extra? Salí tan rápido de mi casa que olvidé el mío sobre mi mesa.

—Estoy casi segura de que si.—Haruno buscó entre sus cosas y bufó— Los tengo en mi casillero. Voy por ellos.

Tenía un poco de tiempo, el profesor no llegaría hasta despuês de diez minutos, era de ley. Corrió hasta el pasillo y contó siete lugares hasta llegar al suyo, lo abrió y movió algunas cosas para sacar el resto de mapas que tenía, quizá otros compañeros necesitarían.

Secretos 》SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora