°Quererte demasiado°

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Y a pesar de que debería estar tan mal, yo
No puedo evitar sentir tan fuerte, porque
La forma en que me excita
Como un interruptor de luz
Puede que me vuelva loco

°

Había un silencio incómodo en una posición sugerente. Al escuchar lo que salió de sus labios fue como si recibiera un balde de agua fría.

—¿Qué dijiste?

Sakura quería morir y revivir en un gusano, los gusanos no sufrían este tipo de humillación. ¿Qué respondía sin que sonara mal?

—Yo, es que... —su lengua no seguía las indicaciones de su cerebro, estaba hecha un desastre— No es por eso. —justificó absurdamente.

—¿Quieres que te deje sola? —preguntó con disgusto.

En ese momento tres golpes se escucharon contra la puerta de la habitación: —¿Sakura, Sasuke? Dice Mebuki que se les enfriará la comida. —intentó abrir pero por obvias razones no pudo— ¿Por qué está cerrado con seguro?

Con el deseo y ánimo por los suelos, ambos se pararon de la cama y arreglaron su ropa. La chica estiró su cobija y almohadas, se miró en el espejo y cepilló un par de veces su cabello. Sin siquiera intercambiar miradas con Sasuke, abrió la puerta fingiendo una sonrisa.

—Hola, perdona. —el azabache tenía una expresión de seriedad e intriga— Me estaba por cambiar la blusa y por eso cerré.

—¿Planeabas cambiarte la blusa con mi hermano dentro?

Cayendo en cuenta del escenario poco convencional, no supo qué decir y fue cuando Sasuke intervino de manera tajante y concisa.

—Por favor, no hay nada que ver. —escupió sin siquiera verla de reojo— Iré con Mebuki, hacemos el trabajo después.

Sakura sintió todo el rechazo y desprecio en la voz del Uchiha, acertando a la intención del chico. Itachi permaneció junto a ella y la miró desconcertado, luego soltó una risa y la abrazó por los hombros.

—No le hagas caso, Saku. Ese idiota cree que te interesan sus comentarios.

Ella soltó una risa que sonó más como suspiro: —Si, qué iluso.

Bajaron para unirse a la comida, Mebuki reía por algo que el Uchiha había comentado y este solo la miraba con alegría y calma, las cuales desaparecieron cuando vio a su hermano y Sakura bajar.

Haruno quería disculparse, pero para eso tendría que poder actuar con naturalidad, la normalidad a la que solo los dos están acostumbrados, pero si lo hace su amistad con beneficios se vería expuesta y tendría que explicar todo, además de posiblemente tener problemas con Itachi.

Muy arriesgado.

—Que lindo volver a tenerlos juntos a los tres. —comentó su madre— Me parece que la última vez que esto pasó ustedes tenían como diez años.

—Si, hace mucho tiempo. —respaldó Sasuke antes de llevar otro bocado a su boca, Sakura miró esa escena con detenimiento y cierto encanto, pero el golpe de Itachi por debajo de la mesa a su pierna la interrumpió; dirigió su mirada a su amigo y este sonreía con malicia.

—Antes de que mi hermano se convirtiera en un idiota. —comentó el azabache esperando que Sakura se riera, como en anteriores ocasiones, lo cual no sucedió— Hmm, solo bromeaba.

—¿No lo notaste? Me estaba riendo, hermanito. —comentó arcaico Sasuke, arrancando carcajadas a ambas Haruno.

—Niños, su relación siempre ha sido un misterio. —comentó de nuevo la mayor— Pero estoy agradecida porque Sakura los tenga en sus vidas como amigos. —tomó la mano de ambos hermanos— Gracias.

Secretos 》SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora