°No es suficiente°

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Cada vez que pienso en ti
Sé que tenemos que encontrarnos
Y no parece ser suficiente.
Se está calentando, es un amor ardiente
Y parece que no puede ser suficiente

°

—Ya me tengo que ir.

—¿A dónde? Apenas llegaste.

—No es cierto, estamos aquí desde hace media hora. Los profesores comenzarán a sospechar.

—Diles que te duele el estómago y por eso tardaste.

—Un dolor de estómago no provoca que esté media hora en el inodoro. No me creerán.

—Si dices que tienes diarrea sí te creerán.

—¡Sasuke, qué asco! —se quejó entre risas.

La pareja se encontraba encerrada en uno de los gabinetes del baño del gimnasio, ya que era el único mixto y en el que no se vería sospechoso que ambos entraran. Este era su nuevo lugar secreto y seguro para verse entre clases, y es que la realidad era que desde que volvieron quieren estar juntos todo el tiempo, casi a diario cuando uno pensaba en el otro, se mandaban un mensaje y acordaban verse en lugares secretos; si era en la escuela se veían en el baño del gimnasio, si era en sus casas se veían en la cochera de Haruno aprovechando que su madre regresaba por la noche y nadie los interrumpía.

—No te vayas. —pidió en un tono suave y acariciando los muslos de su novia— Te extrañaré en cuanto salgas por esa puerta.

La pelirrosa, sentada sobre él de frente, apreciaba con detalle el rostro del Uchiha, fascinada por cada uno de sus rasgos.

—En algún momento tendremos que irnos. —respondió de la misma forma— Además, nos veremos en mi casa al rato, ¿no?

—Lo sé, lo sé, pero... —pasó sus manos alrededor de la cintura de la chica— El tiempo ya no es suficiente, quiero pasar más tiempo contigo.

El corazón de Haruno se derretía mientras ella solo esbozaba una sonrisa llena de ternura, ¿acaso había salvado a la nación en su vida anterior o por qué tiene tanta suerte de estar con alguien como Sasuke?

—Todo esto acabará pronto y podremos estar juntos tanto como queramos.

El Uchiha no estaba muy convencido y mucho menos aliviado con sus palabras, aunque Sakura dijera que estaba muy molesta con Itachi, sabía que él seguía siendo su mejor amigo y no podría causarle ningún daño; sin embargo, sonrió intentando parecer convencido. Lo que pareció dar resultado.

Tras acomodar un poco su ropa, cabello y, en el caso de Sakura, su maquillaje, salieron del gimnasio y fueron a sus respectivos salones. Sorprendentemente, ningún profesor hizo preguntas, ni siquiera notaron la ausencia de sus alumnos, pero no era el caso con sus amigos.

—¿Dónde estuviste todo este tiempo? —preguntó Ino con aire de molestia— Casi me duermo en clase de Iruka porque no tenía a nadie con quien platicar.

—Lo siento, estaba en el baño. —se excusó intentando no llamar la atención.

La mirada afilada de la Yamanaka inspeccionó todo lo que pudo, Sakura sabía perfectamente lo que hacía, pero esta vez se había asegurado de que toda ella quedara tal cual llegó a la escuela. No había nada de qué preocuparse.

—Hmm, nada mal, frentona. —la felicitó por lo bajo— Nada mal.

—No sé de qué habas. —fingió demencia mientras copiaba con rapidez lo que estaba en el pizarrón.

—No hay nada malo contigo, pero para tu mala suerte... —se reclinó sobre si misma para acercarse lo más que pudo a la pelirrosa y susurró— Pero apestas a Uchiha.

Secretos 》SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora