° Quiero ser tu esclavo °

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Quiero hacerte callar, quiero ponerte nerviosa
Quiero liberarte, pero estoy demasiado jodidamente celoso
Quiero tirar de tus hilos, como si fueras mi telecaster
Y si quieres usarme podría ser tu marioneta

—¿Estás segura?

—Si, no te preocupes. Estaremos bien.

—¿No está tu mamá en casa?

—Ya te dije que no, los martes sale a tomar café con las mamás de Ino y Tenten. —repitió— Pero si seguimos hablando puede que llegue.

Desde que se encontraron en el estacionamiento del colegio y él se ofreció amablemente en llevarla, venían hablando sobre dónde poder estar a solas y profundizar en el tema de "amigos con beneficios". Era una idea que, desde aquella ocasión con la película, no había abandonado su mente, de ninguno de los dos. Ambos pasaban horas y horas dando vueltas al '¿qué podría pasar?'

Entraron a la casa, como si estuviesen entrando en propiedad privada y con la complicidad de dos niños que están a punto de tener la mejor de las aventuras, lo que técnicamente no está tan lejos del contexto real, se miraron con inquietud y ansias. Sakura se recargó sobre la puerta y esperó a que él fuera quien se acercara, algo que le agradaba era el tener cierto control o influencia sobre el Uchiha. Cuando lo hizo, inclinó su rostro para besarla, la acción era lenta, llena de deseo e impaciencia, y cuando finalmente sus labios iban a unirse, de la nada, Sakura plantó una bofetada seca y firme en la mejilla de Sasuke.

—¿Qué mier... —la pelirrosa lo interrumpió apartándolo abruptamente y riendo con nervios.

—¡Listo! Ya maté al mosquito. 

—¿De qué hablas?

Los ojos jade se abrieron lo más que pudieron y señalaron hacia el fondo de la cocina, donde una persona los miraba intrigado mientras comía una zanahoria. En cuanto Sasuke supo quién era juró que jamás había odiado tanto el oportunismo de su hermano.

—¡Itachi! ¿Qué haces aquí? —cuestionó Haruno dejando atrás al otro hermano y abrazando fuertemente a su amigo— Creí que estarías con tu novia.

—¿Por qué aún no puedes aprenderte su nombre? Se llama IZUMI. —remarcó por sílabas— Está en una práctica de violín.

—Oh, no sabía que tu novia tocara algún instrumento, cariño. —la voz de la mujer dentro de la cocina se hizo presente.

—¿Mamá?

—Hola, hija. Llegas pronto, siempre me mandas mensaje de haber llegado después de las cuatro. —Eran las tres en punto.

—Si, vine a realizar un proyecto. —puso de pretexto.

—¿Y por qué traes a mi hermano? —cuestionó Itachi sin quitar la mirada del otro Uchiha, quien seguía de pie en la entrada— ¿Se te perdió algo, tonto?

Sasuke mordió su lengua para no responder nada de lo que podría arrepentirse luego.

—Sakura y yo... —miró a la chica con su expresión de angustia y casi pudo escuchar a su alma gritar que no dijera nada— Estamos haciendo un proyecto de la clase de Iruka juntos.

Mintió y ella se sintió aliviada.

—Diablos, amiga. Lamento que te tocara con mi hermano, imagino cuánto debe molestarte. —comentó el Uchiha con completa naturalidad.

—Ni que lo digas. —murmuró esperando no ser escuchada— Una molestia total.

Ambos amigos rieron mientras la señora Haruno los miraba con desaprobación mientras continuaba cortando vegetales para la comida, que y Sasuke se acercaba a la cocina.

Secretos 》SasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora