Secretos que he guardado en mi corazón
Son más difíciles de ocultar de lo que pensaba.
Quizás solo quiero ser tuya
Quiero ser tuyo, quiero ser tuyo•
—Buenos días, Ino. —canturreó Haruno llegando al salón de clases, sentándose frente a su amiga.
—Estás contenta, ¿por qué? —preguntó curiosa y dejando de lado su celular.
La pelirrosa sonrió apretando sus labios, por más que lo intentaba le resultaba imposible ocultarlo.
—Es que... —llevó sus manos a su mentón y comenzó a sentir a su corazón latir con fuerza— Sasuke es tan lindo.
—Oh, no. —murmuró la Yamanaka.
—¿Qué?
—Estás enamorada de él, ¿no es así? —la emoción invadía a la rubia, que poco a poco se contagió a la aún más emocionada Haruno.
—Quizá. Creo que si. —ahogó un grito entre sus brazos mientras agitaba sus piernas al aire— ¿Te cuento un secreto?
—Sabes la respuesta... ¡habla!
Las amigas se acercaron más, aun cuando era físicamente imposible fundir sus asientos lograron que quedaran uno encima del otro y sus rostros a milímetros de distancia. Sakura miró a ambos lados asegurando el perímetro y encapsuló el secreto con ambas manos dirigiéndolo al oído de su amiga.
—Él dijo que me ama. —murmuró y volvió a morder su labio para no gritar de emoción.
—¿Él fue el primero en decirlo? —preguntó consternada la rubia.
—Si, y me dijo que no tenía que decirle lo mismo pronto, pero la verdad es que quiero decírselo tan pronto lo vea.
—¿Estás segura de eso? Cuando un chico dice esas palabras es porque quiere pasar al siguiente nivel, Sakura. ¿Estás lista para llegar a ese nivel con él?
Por un momento Sakura tuvo que meditar esas palabras para comprender a lo que se refería la Yamanaka; era verdad que la relación entre ella y Sasuke había tenido sus momentos intensos donde casi pasaba algo, pero de alguna forma sabía que no sucedería nada porque era un juego, pero ahora las cosas eran distintas.
—Él nunca me ha dicho que tenga intenciones de hacerlo. —argumentó la pelirrosa— No creo que dijera esas palabras para hacerlo.
El profesor llegó al aula y sus compañeros comenzaban a cesar el ruido. Ino separó sus pupitres y le dio una última mirada a su amiga.
—Escucha, él es mi amigo y es un gran sujeto, pero es hombre. Solo digo que dejes las cosas claras con él antes de que cierres el trato, porque esto es algo que quieres que pase con una persona especial, Sakura. Muy especial.
"Especial", Sasuke era especial para ella, si tener su primera vez debía ser con alguien especial sin duda no hay otra opción más que él, pero eso no era lo que le preocupaba, sino el motivo de la confesión del Uchiha, ¿no había sido tan inocente como ella lo había pensado?
—Hey, Sakura. —le habló Neji, sentado detrás de ella.
—Hola. ¿Qué pasa?
El Hyuga le extendió un sobre pequeño que cabía en la palma de su mano y sonrió con complicidad: -Alguien me pidió que te diera esto.
Haruno entendió en el momento de a "quién" se refería, le sonrió y se giró para poder abrir ese sobre haciendo el menor ruido posible sin poder borrar una sonrisa nerviosa de su rostro mientras el profesor explicaba las ecuaciones integrales en el pizarrón.